Santilli tiende puentes con Bullrich en busca de poder recuperar el orden público

Recuperar el orden público, ese será uno de los principales objetivos de la gestión que comenzó anteayer . Pero por sobre todas las cosas el vicejefe de gobierno porteño, que absorbió el área de Seguridad, asumió la responsabilidad con el compromiso de tender un puente con la Nación para poner fin a la "histórica pica" entre y por el control de calle.El escándalo por la suspensión de la final de la Copa Libertadores creció más de lo que pudo aguantar, por eso la salida de del gobierno porteño se aceleró. El jefe de gobierno entendió que el problema fue político y la respuesta debía ser equivalente. Por eso la solución que encontró estaba a su lado, es que la especialidad del vicejefe de gobierno y flamante ministro de Seguridad porteño es lograr que la gente se lleve bien.Las primeras dos medidas que tomó cuando se decidió el cambio fue llamar, en primer lugar, a su amigo ministro de Seguridad bonaerense, , y acto seguido se comunicó con la ministra de Seguridad, , uno de los focos de tirantez entre ambas administraciones.La otra medida que tomó Santilli fue empoderar al secretario de Seguridad, Marcelo D'Alessandro. "Tendrá un rol más fuerte", confió uno de los funcionarios que estuvieron en la mesa de decisiones.Santilli habló con Bullrich para trabajar coordinados y complementarse. "Me tenés que dar una mano", le dijo el número dos porteño, según pudo reconstruir LA NACION, a la funcionaria nacional.La responsable de seguridad del gobierno nacional está conforme con la modificación que llevó a cabo el gobierno porteño y, según fuentes cercanas, cree que la llegada de Santilli generará "un cambio".Pero el cambio de Santilli por Ocampo también le dará otro peso específico al área, así lo creen desde el gobierno porteño y la administración de María Eugenia Vidal."Horacio [Rodríguez Larreta] se dio cuenta de que necesitaba poner una persona con más poder", describió una altísima fuente oficial.Santilli y Bullrich también coincidieron en la necesidad de poner límites a los piquetes, que entre enero y octubre superaron los 900."Hay que empezar a meter presos a los que tiran piedras", anticiparon allegados al número dos de la ciudad, y destacaron que dos de los tres hinchas de All Boys que fueron detenidos por el ataque a los policías porteños continúan detenidos.Cerca de la ministra de Seguridad consideraron que 2019, año electoral, será una gran oportunidad...

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