Santa Lucía y el reparto de la tierra

• Autor: Arturo Zamudio Barrrios

En nuestra sufrida y explotada América en 1917, los también llamados "bárbaros": Pancho Villa y Emiliano Zapata, entregaban la tierra a los campesinos al calor de luchas sociales y nacionales. Campesinos que eran por otra parte su propio ejército. Pero 100 años antes acá, en la actual Santa Lucía (así denominada por los jesuitas) habitaba a orillas del Río Mepenes (hoy río Santa Lucía) una etnia de naturales que dio su nombre, o lo tomó del río: Los Mepenes. Manuel F Mantilla nos traduce el significado guaraní, mepenes: "No pasarán". Y es desde ahí, de ese tranquilo y pobre asentamiento guaraní, donde surge en ésta zona el primer grito solicitando la propiedad de la tierra para los naturales que las trabajaban. Mandato que debían llevar los diputados artiguistas al primer Congreso del Río de la Plata de 1814. En 1810 cuando por orden de la Primera Junta (morenista), Belgrano pasa camino al Paraguay, al observa el paupérrimo estado en que se encontraban los guaraníes, emite desde su campamento (Tacuarí), su Reglamento de Tierras.

Pero al ocurrir una de las mayores desgracias en la historia de la naciente nación, el "fallecimiento" en alta mar de Mariano Moreno, se desvirtúan y traicionan muchos de los principios iniciales de la gesta del 25 de Mayo. Entre ellos, esos artículos de Belgrano que daban el lugar que se merecían y merecen los naturales "amerindios".

Volviendo a los Mepenes, tomaré del libro" Artigas como Caudillo Argentino" de Salvador Cabral. Esas ideas surgidas de los "atroces y bárbaros nativos" (José Arnaldo Gómez), 1) Piden los naturales de éste pueblo su libertad. 2) Prometen conservar el cura actual, don Idelfonso González, pagándole cuatrocientos pesos de plata anualmente, poniendo un fondo de dos mil cabezas de ganado, de las mismas haciendas del pueblo, y obligándose todos...