Santa Claus bizarro: el lado B de Manhattan

NUEVA YORK.- Isaw mommy kissing Santa Claus es una adorable canción navideña de los 50 convertida en clásico para las fiestas, que, como su título indica, cuenta el shock de un niño al bajar al living y ver a su madre besándose con "Santa Claus" debajo del muérdago.

La generación de los hijos de esta redactora en la Gran Manzana han visto a Santa Claus en otras situaciones comprometidas. Besando a otros Santa Claus. Teniendo encuentros apasionados con señoritas vestidas de reno (según los tabloides, con ellas con los cuernos y cascabeles todavía puestos, ellos con la ropa colorada y el sombrero de pompón ya hechos a un lado en pasillo de megafarmacia abierta 24 horas); abrazados a un poste de luz; abrazados a un buzón; abrazados a cualquier persona que pasara con tal de mantenerse en pie; vomitando, y no por exceso de pan dulce. Pero también cantando, y reencontrándose con amigos, y haciendo una conga-line en medio de la calle con elfos que vinieron especialmente de Nueva Jersey y Long Island para una fiesta de fin de año que en los suburbios... no se consigue.

Naturalmente estamos hablando de SantaCon. Se trata de una convención de muchos Santa Claus, un fin de semana de diciembre donde la gente que está vestida de Papá Noel recibe descuentos considerables en los tragos en distintos bares de los barrios que participan y se junta dinero para caridad. Se hace en varias ciudades del mundo, pero en ninguna como aquí. Algunos lo resumen como el horror anual de hordas coloradas y verdes (suelen participar unas 20 mil personas). Otros lo ven como una celebración de la alegría, si bien algo etílica, de estas fiestas para una buena causa. La alegría (o el espanto) de 2016 resultó bastante interreligiosa. Hubo Santas que llevaban candelabros de nueve velas y perinolas con el alfabeto hebreo, símbolos de la fiesta judía de Jánuca cuyo...