San Lorenzo, o cómo recuperar la alegría en tres días

San Lorenzo andaba de capa caída. No le salía una. Por lo menos hasta el miércoles pasado a la tardecita. El equipo hacía un mes que no le ganaba a nadie. Cinco empates y dos derrotas en el Torneo Final y la Copa Libertadores, la obsesión. Edgardo Bauza, el conductor, era cuestionado por los cambios defensivos. Lesiones de referentes, figuras en vuelo bajo. Familias que intentan instalarse dentro del predio de la ciudad deportiva del Bajo Flores. El vicepresidente Marcelo Tinelli rubrica una licencia apenas un día después de que el equipo quedara al borde de la eliminación copera. El presidente Matías Lammens es amenazado por la barra brava. San Lorenzo se parece, por unos días, al viejo San Lorenzo.Hasta el miércoles a la tardecita. Unión Española, en el Maracaná, le gana a Botafogo por 1 a 0, se clasifica y le deja una esperanza mayúscula a San Lorenzo: si le gana el miércoles próximo al limitado equipo brasileño (y, además, Independiente del Valle no derrota al equipo chileno), pasará a los octavos de final. Una noche después, el Ciclón se parece al campeón, al equipo que dirigía Juan Antonio Pizzi: el 2 a 0 a Arsenal corta la serie negativa e instala a San Lorenzo en el cóctel de aspirantes: está a tres puntos de Colón. No es mucho para aquel panorama.Y ayer, en un frenético lapso de tres días para recuperar una burbujeante alegría, sella el acuerdo con Carrefour para volver a Boedo. Respaldado en una multitud de hinchas, en las lágrimas de Adolfo Res, el creador de este sueño que pareció imposible tiempo atrás. ¿Qué ocurrió ayer? Fue el paso definitivo: la firma para pisar otra vez avenida La Plata. En un acto en el Hotel Intercontinental, con la presencia de Matías Lammens, el...