San Lorenzo superó las dudas y consiguió el efecto deseado

Si San Lorenzo hubiera dejado antes los coletazos de la ciclotimia habría tenido una marcha mucho más tranquila. En el torneo Inicial y en el propio partido con Belgrano. No es que le haya ido mal hasta ahora; de hecho, el 4-2 lo dejó en la cima hasta el partido de mañana de Newell's, pero, sin duda, no habría pasado tanto estrés en plena lucha por el título.San Lorenzo peleó contra Belgrano y contra sus propios interrogantes. Pudo superarlos, pero tendrá que dejarlos a un costado cuanto antes. Con el poder ofensivo consiguió lo que pocos: desestabilizar al metódico Belgrano en poco tiempo. En menos de diez minutos sacó dos goles de ventaja. Los cordobeses ni siquiera se habían acomodado. El Ciclón apeló al factor sorpresa con el bombazo de Mas, que escaló posiciones y definió después de un par de rebotes. Y enseguida estiró la distancia con Correa, que anotó con un roce en un defensor, tras un pase de Piatti.Fue un rato dulce para el equipo dirigido por Pizzi. El crecimiento de Mercier pareció sin límite: quitó en el tiempo exacto y distribuyó; como si fuera poco, también se atrevió en el armado de alguna jugada. San Lorenzo dominó el contexto y el desarrollo. Si no terminó el primer tiempo con una diferencia más holgada sólo fue por las distracciones defensivas que casi siempre conspiran contra su búsqueda. Debió haberse ido al descanso con una ventaja mayor. Sin embargo, dejó el partido abierto por un pelotazo largo que nadie neutralizó. Pereyra se impuso en la carrera, le ganó con el cuerpo a Gentiletti y definió frente a Torrico. La propia fragilidad de los azulgranas revivió al Pirata en el momento en que más aturdido parecía.Fue increíble como, sin equivalencias en el juego, Belgrano se mantuvo cerca en el marcador. Y ni que hablar cuando dejó en silencio a la multitud, en otra jugada en la...