Mucho más que salvar un río

El posible acuerdo entre el gobierno de Xi Jinping y el de Mauricio Macri para la construcción de las represas en el río Santa Cruz es altamente cuestionable. Como lo hemos resaltado en esta columna editorial, si algo sintetiza todo aquello que quienes votaron por Cambiemos quisieron para el futuro -y que resulta cada día más necesario- puede resumirse en una palabra: transparencia. Y si hay alguna manera de resolver este caso, uno de los más emblemáticos de la corrupción kirchnerista, es permitir que la normativa vigente vuelva a ser vinculante.

No es posible heredar un gigantesco caso de corrupción y pretender desacoplarlo de sus antecedentes mediante módicas adaptaciones técnicas como la reducción de cantidad de turbinas o el monto de la obra. No es un problema de la ingeniería, es mucho más profundo.

Basta recordar alguno hechos y nombres: utilizando su relación con el poder y su acceso a información reservada, Lázaro Báez, hoy detenido, compró las estancias ubicadas sobre las márgenes del río Santa Cruz, cuyas tierras inundarían las represas, de modo de asegurarse los beneficios de una posterior expropiación del área. En 2007 se inicia un proceso licitatorio para la construcción de las centrales Cóndor Cliff y Barrancosa. Luego de fracasar dos licitaciones en esa provincia y por gestiones de Julio De Vido, se llamó a una tercera licitación en el ámbito nacional. Allí, las represas se rebautizaron y pasaron a llamarse Kirchner y Cepernic. La tercera licitación la ganó Lázaro Báez, pero por curiosas circunstancias luego fue otorgada a Electroingeniería, una de las empresas que más creció en la "década ganada". Detalle significativo: las fotografías muestran la imagen de Julio De Vido y José López (hoy detenido) abriendo los sobres de la licitación.

No es posible soslayar que el procedimiento de evaluación de impacto ambiental no cumplió mínimamente con la ley general del ambiente ni con la ley de protección de glaciares, incumplimientos que dieron lugar a un pedido de informes de la diputada Margarita Stolbizer. La información brindada fue incompleta y varios aspectos, como los potenciales daños al sistema del glaciar Perito Moreno, no fueron esclarecidos con detenimiento. La audiencia publica se celebró el miércoles 9 de diciembre último -veinticuatro horas antes del cambio de gobierno nacional-, y ese día los funcionarios que terminaban su mandato a la medianoche decidieron la construcción de ambas represas. Así se aprobó el proyecto...

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