Cómo salir bien parado de un golpe anímico

SANTIAGO.- La pregunta se multiplicaba en cada rincón del país. La duda gobernaba el corazón de este pueblo futbolero que habita en una sociedad de normas rígidas. Y si hay algo claro es que Chile está dividido con el Vidalgate, y así se vivió anoche en el partido en el que venció con autoridad a Bolivia por 5-0 para ganar el Grupo A de la Copa América y pasar a los cuartos de final. No hubo ovación de parte del público, es cierto, pero sí aplausos y apoyo para el futbolista.

Para el equipo dirigido por el argentino Jorge Sampaoli, era una auténtica prueba de fuego. Es verdad que el rival es muy inferior, pero también lo es que un golpe así puede destruir cualquier grupo y sus aspiraciones quedar hechas cenizas. Pero el Chile equipo respondió mejor que nunca. Se notó un equipo más solidario, más humilde, si se quiere. El escándalo de Vidal le quitó el aire de delirio que tenía este equipo cuando arrancó la Copa. Dejaron de lado los elogios por tratarse de la generación dorada y se mostraron como un grupo enfocado en busca del bien común. Ello por encima de la realidad que indica que el vestuario quedó dividido entre los que apoyan a Vidal y los que no.

En la primera prueba futbolística tras el grave incidente de uno de sus referentes (accidentado en su auto y con test de alcoholemia positivo), se vio tal vez el mejor funcionamiento colectivo de los chilenos. Así, se apoyó la determinación, equivocada, de Sampaoli de no sancionar Arturo Vidal para privilegiar sus intereses deportivos. No se puede dejar de recordar que en este país los castigos por manejar en estado de ebriedad son muy duros. Está claro que la pelota puede anestesiar el sentido común y hacer que las cosas que son realmente delicadas no tengan la relevancia que se merece. En Chile, para tratar lo injustificable en el caso Vidal, argumentan que el volante de Juventus va a tener su castigo judicial.

Si bien la calle de la capital está más dividida, dentro del estadio se vio mucho apoyo para el Rey Arturo. Afuera, muchos coinciden en que Vidal debió ser sancionado. Dentro, se notó que lo que manda es la pelota. Cuando nombraron a Vidal en la formación, lo aplaudieron mucho. Cuando lo enfocaron en la pantalla gigante cantando el himno, la escena se repitió. Y como sucedió en la conferencia de prensa luego del choque, en donde se lo vio emocionado y arrepentido, anoche también se percibió un Vidal sensible en el momento de cantar la canción patria de su país. En el momento del...

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