Salarios en crisis: el contrato emocional es clave en tiempos de crisis de la actividad

El año 2018 y también este 2019 no fueron buenos años para los trabajadores en general y para los asalariados registrados del sector privado en particular. Según los datos de Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) difundidos esta semana por el Ministerio de Producción y Trabajo, a septiembre de este año hay 6.043.000 trabajadores bajo esta modalidad, 138.700 menos que en el mismo mes de 2018 y 178.000 menos que en septiembre de 2017.La remuneración promedio real estimada, según el informe, se redujo un 3,3% interanual. En septiembre de 2019 la caída real estimada de la remuneración mediana de los últimos 12 meses (sin los extremos que desvirtúan el cálculo) fue de 8,9%.Con respecto a los empleados jerarquizados, la última encuesta de Willis Towers Watson correspondiente a noviembre de este año para personal fuera de convenio da cuenta de un aumento salarial de 47,5% ya aprobado para 2019. La inflación que habían considerado las empresas era de 48,3% , por lo que estaba presente la voluntad de recomponer los salarios algunos puntos, pero... la inflación finalmente será del 56% según estiman los analistas y, otra vez, hay pérdida de poder adquisitivo para quienes trabajan en relación de dependencia.Por supuesto que los aumentos dependen de los sectores: el de alta tecnología lidera la suba salarial con un 51,6%, seguido por la industria automotriz, con 50,8% y por el sector servicios, con 49,7%. En el otro extremo están la construcción, con solo 39,6% de suba, retail, que otorgó hasta ahora 41,2% y prestadoras médicas, con 42,1%, entre otras.Ante este panorama, el 42% de las empresas planea, según Willis Towers Watson, dar un nuevo incremento en diciembre y el 38%, uno en enero, aunque es difícil que se le gane a la inflación. Para 2020, después de un año crítico de estanflación, las compañías proyectan una inflación promedio del 39,8%, pero tienen un presupuesto salarial del 38,6%, lejos de la ansiada recomposición.Compromiso a prueba de balasEn este contexto, cobra importancia cuál es la cultura de la empresa y con qué colaboradores cuenta: si son golondrina o se irán física o emocionalmente del trabajo, o si están realmente consubstanciados con el propósito de la compañía, si ven una crisis como transitoria y si están dispuestos a trabajar fuera de reglamento para salir adelante."Cuando un colaborador tiene un contrato emocional con la empresa, desea que a la compañía le vaya bien y está dispuesto a arremangarse para lograrlo"...

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