La Salada: el negocio al filo de la ilegalidad que se beneficia con la inflación

Enero y febrero suelen ser los peores meses en la feria Punta Mogotes de La Salada, pero ése no ha sido el caso de este año. A las 4, la hora de mayor concurrencia http://www.lanacion.com.ar/1507192-la-salada-abrira-una-sucursal-en-la-frontera-con-brasillos dos pisos del estacionamiento para autos ya no tienen lugar. El playón donde paran los ómnibus de larga distancia, que llegan de Salta, Jujuy, Misiones o Córdoba, está repleto."Lo normal para esta época, por noche de feria, http://www.lanacion.com.ar/1663673-estados-unidos-incluye-una-vez-mas-a-la-salada-en-una-lista-negra", cuenta a la nacion Guillermo Justo, encargado de la feria más grande del predio y lugarteniente de Jorge Castillo, el administrador general de Mogotes. A ese número hay que sumarle las combis, los vehículos particulares y la gente que llega a pie o en colectivo de línea, del barrio y de todo el Gran Buenos Aires. Durante el resto del año, más de 200 ómnibus pasan diariamente por este playón.En La Salada, la temporada alta comienza en marzo y la mercadería que comercializan sus 8000 puesteros cambia al ritmo de las estaciones del año, hasta llegar a diciembre. El verano impone una pausa en el ritmo febril de las madrugadas de Lomas de Zamora, pero el impacto de la inflación y la correspondiente disparada de precios han hecho que por estos días la feria viva un importante aumento de actividad.Desde muy temprano, la gente sube y baja por las escaleras mecánicas inauguradas hace un año que conectan el primer piso, el de los puestos de zapatos y zapatillas, con la planta baja, donde se vende la ropa. El inesperado auge veraniego de la feria sorprende a buena parte de los 380 empleados de mantenimiento, sin contar los de seguridad, que tiene la feria. Es el caso de Guillermo, quien, con 18 años en el predio, asegura que todo se debe a la inestabilidad económica. "En las crisis, nosotros explotamos. 2001 fue nuestra mejor época. Desde ahí, no paramos de crecer", recuerda.La expansión del predio no se detiene nunca, ya que la demanda de puestos es incesante a pesar de los altos costos. Hoy, alquilar un espacio de cuatro metros cuadrados cuesta entre $ 25.000 y $ 50.000 cada seis meses, y comprarlo, unos US$ 100.000. Así, el metro cuadrado en La Salada llega a ser más caro que en Puerto Madero -hogar de la oficina de Castillo-, donde los valores aproximados son de US$ 5000. En la feria hay quienes dicen que esos valores los divulgó Castillo intencionalmente para alimentar la imagen de La...

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