Saif al-Islam Khadafy, la nueva cara del régimen y el artífice de su tibia apertura

CYRENE.- Todos lo señalan como el probable sucesor de su padre. El lo niega, pero la realidad muestra que su presencia es cada vez más frecuente en actos públicos, discursos e inauguraciones de obras. Y la de Muammar Khadafy, el líder histórico de Libia, parece reservada a los acontecimientos mediáticos que ofrecen las visitas de dignatarios extranjeros y poco más.

Considerado por muchos analistas un reformador que ha estado detrás de cada uno de los gestos de aproximación del régimen de Trípoli a Occidente, Saif al-Islam, un arquitecto de 35 años, segundo de los siete hijos de Khadafy, educado en Gran Bretaña y Austria, es la cara visible de un país que se ha dedicado a cambiar su imagen ante el mundo.

Se dice que Saif al-Islam, que encabeza una fundación con fines caritativos que dispone de fondos generosos, cumplió un papel relevante en muchos de los últimos logros de Libia: la liberación de rehenes occidentales en manos de la guerrilla filipina Abu Sayyaf; la mediación en el pago de las indemnizaciones a los familiares de las víctimas de los atentados de Lockerbie, en 1988, que derivó en el levantamiento de las sanciones de la ONU contra Libia, y las del caso del avión de la aerolínea francesa UTA, en 1989. También fue un factor decisivo en las negociaciones que permitieron, en julio, la liberación de las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino condenados a muerte por haber infectado a más de 400 niños libios con el virus VIH.

Finalmente, también Saif al-Islam estuvo detrás de la decisión de 2003 de abandonar los programas de armas nucleares, biológicas y químicas.

En agosto, anunció una campaña de privatizaciones -dentro de una serie de reformas estructurales que apuntarían al libre mercado-, un programa de inversiones europeo y una nueva Constitución para combatir la corrupción y proteger a la prensa independiente. La nueva Carta Magna reemplazaría a la muy escueta elaborada en 1977, ocho años después del golpe militar que derribó a la monarquía del rey Idris, aunque el país se rige por el llamado Libro Verde de Khadafy, que combina la defensa del islam y el socialismo. Para redactar la nueva Constitución, Saif al-Islam propuso un diálogo nacional que elabore leyes que garanticen la independencia del Banco Central, de la Corte Suprema y de los medios de comunicación.

En un país donde la disidencia política es considerada un crimen, se castiga la creación de partidos políticos, no hay elecciones y la libertad de prensa ha sido...

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