Sábado Bus: la cena está servida

Una maquinaria muy bien aceitada permite que el programa de Nicolás Repetto sea una fiesta para sus invitados cada semanaCorte comercial en la segunda mitad del programa, en marcha acelerada hacia el revoleo final de corchitos, por el auto. Algunos puestos de la mesa fueron abandonados, al menos por unos instantes. En el ala izquierda permanecen Muriel Santa Ana y Daniel Hendler, celular en mano, escribiendo mensajitos de texto. Del otro lado, Verónica Lozano y Leo Montero hicieron un lugarcito en sus asientos para que se acomode Nicolás Repetto entre ellos. En el mismo grupo comparten la charla divertidos Amado Boudou y Carina Zampini. A estas alturas del programa, una mirada general al estudio muestra que el nerviosismo general del comienzo se redujo a su mínima expresión. El clima de la escena se parece bastante a la que se percibe en alguna entrega de premios, tipo Martín Fierro, cuando quedan muy pocas estatuillas para ganar y el vino ya repartió alegrías sin mezquindad. Un par de horas antes, las cosas eran distintas.La previaCerca de una hora antes del inicio de Sábado Bus , la calle Matheu frente a Telefé adquiere un aspecto de día laborable, muy diferente a la inactividad que tienen los alrededores del barrio de San Cristóbal los sábados por la tarde. Uno tras otro, los autos que traen a los invitados al programa de Repetto van estacionándose frente al canal. De ellos bajan los futuros comensales a la cena de esa noche, con acompañantes que los ayudan a llevar bolsos y portatrajes en los que transportan las vestimentas con las que saldrán en cámaras. Cada uno elige, sin ningún tipo de pautas, la ropa que quiere usar. Ya en la emisora, entran a una rutina ya muy aceitada, en la que van a los camarines que les asignan, allí los maquillan y luego se arreglan para el programa. Cada uno tiene asignado un productor, que les consigue todo lo que necesitan para sentirse cómodos durante toda la noche. En más o menos media hora, ya están listos y se juntan en una suerte de salón VIP armado en uno de los estudios chicos del canal, en el que hay sillones para descansar y donde los espera un pequeño refrigerio y unas copas de champagne con las que brindarán con el conductor, que minutos antes de la salida al aire, pasa a saludarlos y a charlar con ellos. De allí, van directo al bus del que saldrán un ratito después, cuando Repetto los anuncie de a uno para sentarse a la mesa televisiva.La cocina del showMientras tanto, en el estudio del programa, todo es...