Sus rutas se cruzan

PARÍS.- El Village de Roland Garros es una fiesta. El espacio destinado a los sponsors, a la presentación de eventos y a las reuniones protocolares, siempre bien acompañadas por bebida espumante y exquisita comida francesa, es un crisol de figuras tenísticas. John McEnroe pasa por delante de Lindsay Davenport e intercambia sonrisas con Pat Cash; Carlos Moya y Juan Carlos Ferrero cruzan anécdotas con Gastón Gaudio; Michael Chang y Goran Ivanisevic escuchan las ocurrencias del divertido Mansour Bahrami; Arantxa Sánchez y Mary Joe Fernández se acomodan el pelo, se toman algunas fotografías y hablan en distintos idiomas. El lanzamiento del Trophée des Légendes, el torneo de ex jugadores, genera simpatía y atracción, como cada temporada. Sin embargo, la verdadera celebración de lunes en el Bois de Boulogne está en los courts, en el Philippe Chatrier y en el Suzanne Lenglen. Tras la lluvia dominguera, el segundo Grand Slam de la temporada se iluminó, tomó temperatura y mañana tendrá, en los cuartos de final, el choque de planetas que todos aguardan desde que se sorteó el cuadro masculino. Novak Djokovic frente a Rafael Nadal, el número 1 que busca su primera Copa da los Mosqueteros y el rey que, disminuido como nunca en esta etapa del calendario, va detrás de su décima corona.

Apenas habían pasado unos minutos de las siete de la tarde y la sombra ya cubría gran parte del Lenglen, el segundo estadio en categoría, cuando Nadal, tras superar altibajos, pudo vencer al estadounidense Jack Sock por 6-3, 6-1, 5-7 y 6-2, en 2h52m. Al poco tiempo, en el Chatrier, Djokovic, más relajado y seguro, consumió las ilusiones locales al derrotar al francés Richard Gasquet con un fulminante 6-1, 6-2 y 6-3, en dos horas exactas. El público, frotándose las manos por la ansiedad y la excitación, ovacionó a ambos. Será el enfrentamiento número 44 en el historial (el manacorí venció 23 veces), pero da la sensación de que el próximo será uno de los más valiosos, aunque ambos, sobre todo Nadal, traten de disimularlo. Habrá demasiadas cosas en juego. Por lo pronto, Nole, que solamente perdió dos partidos en la temporada (ante Ivo Karlovic en Doha y Roger Federer en Dubai), está haciendo los deberes para cerrar un brillante círculo. Dos veces se desplomó en la final: el año pasado y en 2012. El mallorquín, con 70 victorias en Roland Garros, el primero en conseguirlo aquí (tiene sólo la derrota frente a Robin Soderling en 2009), está ante un gran desafío: defender el trofeo...

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