Rotman, en el centro de su caos

"Ricardo Iorio está haciendo los discos más relevantes que hay en este país." "Somos una de las culturas rockeras más importantes del mundo... si no la más." "El nuevo disco de los Cadillacs es excelente y yo creo que lo hubiera hecho hasta mejor si me hubieran invitado a hacer al menos un tema." "Hoy los músicos no somos más los que tienen el pedazo, ahora el mundo lo manejan los techies." "Está bueno para los músicos que Led Zeppelin haya ganado el juicio por plagio contra «Starways To Heaven». Además, se volvió a escuchar esa canción y nos hizo recordar lo espantosa que era." "A partir de ahora vamos a ser una especie de banda de covers de nuestra propia banda: La Leyenda del Siempreterno". Sergio Rotman siempre ha sido un torbellino. Arriba y abajo del escenario. Su esencia punk no le permite ser de otra manera y, en buena medida, ese ha sido uno de sus aportes más significativos al rock nacido y criado, como dice la canción, en sótanos húmedos.

Esta noche, en Niceto Club, volverá a pararse al frente de su grupo El Siempreterno, en lo que será su primer show tras la salida de su amigo Ariel Minimal y el ingreso de Hernán Espejo (Compañero Asma). "Cuando se fue Ariel, que fue el músico por el que la banda existió finalmente, lo primero que pensé fue en separar el grupo. Pero después pensé que se pierde un repertorio, como fue el caso de Cienfuegos. Cómo nadie más toca esas canciones, cómo quedan suspendidas. Bueno, vos dirás, eso pasa con el arte hace 4000 años, sí, pero nosotros somos los primeros de esta generación, de esta escuela medio punketa, rockera, y esas canciones nadie las va a tocar. No quería que pasara otra vez lo mismo con El Siempreterno. Por eso quise continuar el grupo como La Leyenda del Siempreterno, un reflejo de ese proyecto", dice Rotman, que a fines del año pasado volvió a instalarse en el país, luego de seis años en los que vivió nueve meses en Puerto Rico y tres en la Argentina.

"Nunca me fui, nunca tuve esa sensación. Es imposible estar alejado de lo que ocurre acá con el mundo que estamos viviendo. Ahora los humanos no tenemos ni siquiera el beneficio del éxodo. El desarraigo es un concepto del siglo XX, no existe más", arroja sobre la mesa y señala su celular.

-¿Y vos cómo te llevás con este "nuevo" mundo?

-Mal, como todos. Una forma histérica, antinatural y patética. Pero bueno, es lo que hay. Aunque no sea malo necesariamente. Creo que todavía estamos entendiendo cómo relacionarnos. Aparentemente parecería...

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