Rosenkrantz promete resistir, a pesar de los embates a su poder

Horizontalidad, pluralidad y una mayor participación colegiada en la toma de decisiones administrativas y para decidir la agenda de las próximas sentencias. O nuevos embates para limar el poder del presidente . Este proceso, que puede llamarse de un modo o de otro según quien lo bautice, sigue profundizándose en el seno de la , en el cuarto piso del Palacio de Tribunales, donde priman los modales florentinos a pesar de que la tormenta hace vibrar los vitraux.Rosenkrantz, solitario a la hora de votar, como sucedió en el último fallo en el que se estableció que es inconstitucional cobrarles el impuesto a las ganancias a los jubilados que perciban más de 62.462 pesos, sufrió esta semana un nuevo recorte en su poder para gestionar el Centro de Información Judicial (CIJ), el sitio web en el que se publican las sentencias de la Corte y de los tribunales inferiores.Fue la represalia por el discurso de apertura del año judicial, hace 15 días, y que reiteró esta semana, en el que postuló que la Justicia carece de legitimidad y que los jueces deben dejar de moverse por intereses políticos. Sus colegas de la Corte no conocían el texto del discurso y no estaban de acuerdo con su contenido. Se lo hicieron saber.Este embate a fondo, sin embargo, no incluye forzar la renuncia de Rosenkrantz a la presidencia de la Corte. Le queda aún un año y medio de mandato, que Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda no están dispuestos a interrumpir forzando una votación anticipada para elegir nuevo presidente.Distinto sería si Rosenkrantz diera un paso al costado, pero nada de eso está en su ánimo. Ya les dijo a sus colaboradores que no piensa renunciar. Resistirá.La primera medida de los tres jueces para recortar el poder de Rosenkrantz fue tomada a fines del año pasado, cuando el trío que conforman Ricardo Lorenzetti, Maqueda y Rosatti le quitó al presidente la facultad de contratar y nombrar empleados. Desde ese día, las decisiones administrativas de la Corte pasaron a ser controladas por quienes reúnan tres firmas. Con estas tres firmas le sacaron a Rosenkrantz el control del CIJ, un espacio clave para controlar la difusión de las decisiones de la Justicia.Esta escalada que lima el poder del presidente se profundizará con nuevas medidas internas orientadas a la gestión del tribunal. Resta definir, por ejemplo, un cambio en el área de auditoría de la Corte, que aún continúa dentro de la órbita de la administración. Es un despropósito que el administrador se audite a...

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