Rosario en jaque: detrás del drama del narcotráfico, el flagelo de las 'entraderas'

ROSARIO.- La fisonomía del delito cambia y al ocaso de una modalidad le sigue una que, de golpe, arrecia. En los últimos dos años, y a medida de que se intensificó la lucha contra la venta de drogas, las entraderas se transformaron en el delito más activo en Rosario. Las cifras oficiales cuentan nueve por semana, aunque la semana pasada llegó a haber cuatro en un solo día. Se sospecha que en esa actividad recaló una fuerza de trabajo que antes estaba absorbida por los búnkeres, donde los llamados "soldaditos" tenían un rol clave en la venta de droga.

Esta realidad comenzó a hacerse visible después de que desembarcara la Gendarmería el 4 de abril de 2014, cuando en un solo día fueron allanados 69 búnkeres que quedaron fuera de servicio. Unos días después comenzaron a esparcirse por la ciudad casos de entraderas violentas. El entonces secretario de Seguridad de Santa Fe, Gerardo Chaumont, analizaba que los "soldaditos" de los búnkeres que habían quedado desocupados buscaban su supervivencia con una modalidad delictiva poco sofisticada, pero violenta: sólo deben encontrar el momento de distracción de la víctima que llega a su casa e ingresa en su vivienda para saquearla. Lo hacen generalmente con motos y con armas de fuego.

A la par de estos casos aparecieron bandas más sofisticadas que no sólo operan en Rosario sino en varias partes del país, por donde se mueven a medida que concretan sus golpes. Estos grupos, según el fiscal Nicolás Foppiani, "realizan inteligencia previa y después de algunos robo se van a otra provincia".

Aunque Rosario está por arriba de la media nacional con 20 homicidios cada 100.000 habitantes, según datos del Ministerio de Seguridad de la Nación, el número de asesinatos bajó de manera considerable este año. Se cometieron 72 crímenes, mientras que el año pasado la cifra superaba los 102 en ese periodo.

De provincia en provincia

Después de que el poder de Los Monos, la banda narcocriminal más violenta de Rosario, se viera menguado luego de que quedaran detenidos 23 de sus miembros, en noviembre pasado, los casos de narcotráfico empezaron a desaparecer. No es que se extinguió el negocio, sino que no se abrieron causas de peso en el fuero federal, algo que genera intranquilidad en la esfera de la propia Justicia.

Pero lo que nunca dejó de ser foco de preocupación fueron las entraderas, un delito complejo de prevenir. Foppiani, jefe de una unidad especial creada para abordar este tipo de delito, investiga hechos que tienen...

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