A lo Rocky Balboa, Podemos vuelve a la pelea en España

MADRID.- "Vais muy bien." La felicitación tomó por sorpresa al líder de Podemos, Pablo Iglesias, no tanto por su contenido, sino por quién se la dijo: su máximo adversario político, el presidente Mariano Rajoy.

El diálogo ocurrió esta semana mientras se saludaban en una ceremonia oficial por el Día de la Constitución y reforzó la idea extendida entre los analistas electorales españoles de que el movimiento de los indignados recupera terreno de manera sostenida cuando faltan apenas 10 días para los comicios generales.

Iglesias, de 37 años, atraviesa su "momento Rocky Balboa", según sus palabras. Después de un profundo derrumbe a mediados de año, todas las consultoras de opinión lo dan en alza en las encuestas. En un escenario de gran fragmentación entre cuatro fuerzas, con 40% de indecisos, se coloca en posición de terciar en la disputa de la que saldrá el próximo gobierno de España.

Suelto ante las cámaras de televisión, con un discurso provocador pero mucho más moderado que en sus inicios, Iglesias se lució en los dos debates televisados en lo que va de la carrera presidencial. "Huele a remontada. En campaña somos imbatibles", celebra el número dos de Podemos, Íñigo Errejón.

El auge de Iglesias alarma al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que ve peligrar su hegemonía en la centroizquierda. Su candidato, Pedro Sánchez, dedicó más tiempo en los debates a atacar a Podemos que en ofrecerse como opción al conservador Partido Popular (PP). Ahora busca desesperadamente instalar la idea de un "voto útil". "Iglesias sabe que no puede ganar. Somos la única alternativa viable para ponerle un freno a la derecha y a Rajoy", dijo ayer.

Los socialistas sacaron todas las armas. El ex presidente Felipe González irrumpió en la campaña para sacudir a Podemos. "No os fiéis de nadie que cobre por asesorar a un gobierno como el de Venezuela", arengó en un acto en Madrid.

Recordó así uno de los puntos débiles que Iglesias intenta borrar de su currículum: la militancia en el chavismo. Desde que apareció por sorpresa en la escena política, en mayo de 2014, el ahora candidato presidencial empezó a moderar sus elogios al régimen bolivariano, de pésima imagen entre los españoles. Llegó incluso a criticar la detención de opositores por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Fue parte del giro de moderación que lo llevó, por ejemplo, a abandonar promesas como no pagar la deuda externa, abolir la monarquía o sacar a España de la OTAN (ahora incluso sumó a un ex...

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