Roberto Pettinato, el irreverente

El espectáculo de stand up que protagoniza Roberto Pettinato tiene un comienzo excelente. Su hijo, Felipe, abre la obra con un número en el que baila imitando a Michael Jackson, en un marco de iluminación y sonido impecable.Lo que viene después es lo mismo. Lo mismo que acostumbra a hacer Pettinato desde hace años en televisión. Un monólogo, de casi dos horas de duración, en el que va saltando sin orden de un tema a otro, midiendo en cada frase la reacción del público y adentrándose en el tema si ésta es positiva o saltando a otra cuestión si la temperatura que percibe es menor a la esperada. Vale acotar que su capacidad para percibir esta variable e improvisar de inmediato en base a ella es asombrosa.Sus temas empiezan por cuestiones de índole sexual bastante cargadas de tono ?de hecho interpreta una canción al borde de lo vulgar a la que abandona rápidamente, o por lo menos sucedió así en la función a la que asistimos en la que el público no se prendió demasiado con la propuesta? y enseguida se mete en situaciones que presenta como sacadas de su experiencia diaria con su familia, pero que son aplicables a la vida cotidiana de cualquier familia. Allí aplica el humor ácido, irreverente e irónico que lo caracteriza y empieza a cosechar las primeras carcajadas de la noche. La complicidad del público...