Riquelme y un abrazo que resume el apoyo al DT

Juan Román Riquelme abre su pie derecho. La pelota se cuela justo debajo del travesaño del arco que defiende el uruguayo Esteban Conde. Lejos de festejar con sus compañeros, el capitán xeneize elude los saludos; los gambetea uno a uno como si fueran futbolistas rivales. Su gol, convertido tras un tiro libre indirecto, tiene un destinatario especial que mira desde el banco de suplentes: Carlos Bianchi, el entrenador.El abrazo de las dos potencias xeneizes fue puro simbolismo. Riquelme tradujo dentro de la cancha el apoyo rotundo que el hincha le había brindado al entrenador más ganador de la historia de Boca. En la Bombonera flotó la sensación de que con ese grito de aliento los simpatizantes locales hubiesen querido acallar aquellas primeras voces de descontento por el paso en falso ante Newell's. ¿Qué mejor que sacarse la bronca gritando y ovacionando al DT que es sinónimo de triunfos? Así lo hicieron.Ya dentro de la cancha, el jugador símbolo, Riquelme, repitió el gesto con el DT. ¿Por qué? "La gente lo ovacionó y es algo normal. No va a haber otro igual: es el mejor", explicó el enganche xeneize tras el partido. Y continuó alabando a su entrenador: "Tenemos suerte de que esté acá, con nosotros. No me sorprende lo que pasó: debería suceder en todos los partidos que juguemos en la Bombonera. Es el más grande de todos y debemos disfrutarlo mucho", ponderó. "Mi abrazo no tiene nada que ver... No busquemos cosas raras", zanjó el capitán.Consultado por el saludo, Bianchi tiró la pelota afuera. "¿El saludo de Riquelme? No sé, habrá pensado que cumplía años, ja", dijo el DT. Y agregó: "Me da placer, sobre todo cuando uno está golpeado". Consultado sobre esa singular frase, Bianchi despejó fantasmas: "¿No vieron que me golpeé el pie?"...