La Rioja: poner límites al caudillismo

En reiteradas oportunidades hemos expresado desde estas columnas nuestra férrea oposición a las reelecciones indefinidas que tienen lugar en varias provincias y que alimentan un antidemocrático feudalismo. Lo sucedido recientemente en La Rioja adquiere una dramática gravedad institucional.El gobierno provincial convocó a una consulta popular inconstitucional para permitir su también inconstitucional habilitación al actual mandatario para competir por su re-reelección. El plebiscito que la Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió no detener fue simplemente ilegal. La Constitución de La Rioja contempla un mecanismo de enmienda que fue violado, tanto por la Cámara de Diputados provincial como por el propio gobernador Sergio Casas, que va detrás de un tercer mandato.La Constitución riojana establece que, si una mayoría calificada sanciona una enmienda constitucional, "ella solo quedará incorporada al texto constitucional si fuere ratificada por consulta popular, que tendrá lugar en oportunidad de la primera elección general que se realice". Se impone así que si la Legislatura aprobara una reforma; ella debe ser ratificada en un referéndum convocado en la siguiente elección general. Para satisfacer las ambiciones del gobernador, la clara disposición constitucional fue ignorada y se instrumentó un proceso ilegítimo que, en la práctica, además, no fue ratificado por el 35% de los votantes, como también exige la Constitución provincial.A pesar de que el gobierno provincial recurrió a todos los artilugios posibles para ganar el plebiscito ilegal que aprobara una re-reelección, prohibida por la Constitución provincial, la ciudadanía riojana ha expresado su oposición mediante el recurso de la abstención; solo un 43% de los votantes participó de la consulta.Debe recordarse que en tiempos del gobernador Carlos Menen se llegó a la reelección indefinida. Para superar ese escándalo, una reforma constitucional incorporó la prohibición. Ahora se procura volver a una situación escandalosa, característica de una cultura caudillesca y retrógrada, opuesta a los valores democráticos.La Rioja, junto con Santiago del Estero y Formosa, han sido calificadas por la ONG Transparencia Electoral como las tres provincias de menor calidad democrática del país. Son distritos en los que las prebendas, la falta de libertad de prensa y las dificultades para fiscalizar los comicios por parte de la oposición son moneda corriente y en los que la pobreza es la base de...

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