Con riesgos de fractura, en el Senado esperan señales de Cristina

Como nunca antes en los últimos cuatro años, todas las miradas y las expectativas de los senadores peronistas están puestas en el regreso al país, tras dos semanas en Cuba ocupada por la salud de su hija Florencia, de Cristina Kirchner.Sin una directiva clara de Alberto Fernández sobre qué rol tendrá la vicepresidenta en el futuro gobierno, la falta de ésta definición política no ha hecho más que sumar tensión interna entre peronistas y kirchneristas, los dos principales grupos en que se divide el peronismo en la Cámara alta.No se trata de un detalle menor. Más allá del papel clave que jugó para construir la unidad que llevó al peronismo de regreso al poder, a partir del 10 de diciembre Cristina Kirchner presidirá el Senado. En otras palabras, tendrá un papel insoslayable en la Cámara alta en esta nueva etapa.Sin embargo, una porción importante de los senadores peronistas, reunidos en el bloque justicialista, reniegan del estilo de conducción de la expresidenta. Este rechazo al verticalismo kirchnerista fue uno de los motivos fundantes de la última fractura, encabezada en 2016 por Miguel Pichetto, del peronismo en la Cámara alta.Esta tensión está más vigente que nunca. Al extremo que Carlos Caserio (Córdoba), sucesor del rionegrino al frente de la bancada peronista que se referencia en los gobernadores, cada vez tiene menos pruritos en afirmar que el nuevo gobierno asumirá con dos bloques dispuestos a respaldar las políticas oficialistas en el Senado."Yo voy a seguir como presidente del bloque, eso ya está ratificado, y Unidad Ciudadana tendrá otro presidente. Somos dos bloques numerosos que estamos funcionando de manera normal apoyando a Alberto", afirmó el senador cordobés la semana pasada, confirmando que, por el momento, no hay una voluntad de unificar al futuro oficialismo en una sola bancada.Si bien el peronismo siempre tuvo varias expresiones en el Senado desde el regreso de la democracia en 1983, el hecho de que dos bloques reivindiquen su condición de oficialistas, es inédito. Sobre todo porque todos sus senadores responden al mismo partido.Sin embargo, la postura que expresa Caserio no es compartida por todos los miembros del bloque justicialista, en donde hay senadores para quienes el nuevo gobierno no puede iniciar su mandato mostrando una fractura entre dos sectores, uno que responda al presidente y otro a su vicepresidente."Creo que Fernández va a delegar el control del Senado en Cristina y lo natural sería que ella elija las...

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