Rickie Flower: el amante de la velocidad que ya sabe ganar

Los ortodoxos del golf lo examinaban con fiereza. Desconfiaban de esos aires de teenager, de ese look tan lejano a las formalidades de este deporte. Si promete tanto, ¿por qué no gana?, recriminaban los descreídos de siempre. Y un día, Rickie Fowler ganó: el 6 de mayo pasado y a los 23 años inscribió su nombre entre los campeones del PGA Tour, al imponerse en el Wells Fargo de Charlotte. No se trató de un momentáneo rapto de inspiración: en la semana siguiente concluyó segundo en The Players, considerado el quinto Major por su organización, bolsa de premios y excepcional field de jugadores."Fue una larga espera, pero valió la pena", celebró Rickie, como en un guiño burlón a los escépticos. Ahora, el terreno está preparado para que el norteamericano pelee el liderazgo del circuito con uno de sus contemporáneos, Rory McIlroy, en lo que significaría el lavado de cara definitivo para el PGA Tour. Valga una rápida aclaración: el norirlandés logró muchos más hitos que Rickie, porque ya se adjudicó un Major (US Open 2011) y alcanzó el N°1 del mundo.Sin embargo, Fowler, surgido de la Universidad de Oklahoma State ?de ahí la indumentaria naranja furioso que utiliza los domingos? no se obsesiona con el clásico del futuro entre Rickie y Rory. Sí entiende que su popularidad se multiplica al compás de sus éxitos y su carismática figura.Por su rostro y sus peinados, cuando asomó en el tour lo comparaban con los actores Zac Efron y Leonardo Di Caprio, aunque ahora eligió dejarse los bigotes, ¿Quizás un signo de madurez? Eso sí: no dudó en formar parte del gracioso video "Golf Boys" (http://www.youtube.com/watch?v=PM2NocuEihw), que marcó un punto de quiebre en la manera de presentar a los golfistas. En forma de parodia y con ropas ridículas, Fowler mostró aptitudes coreográficas junto con Bubba Watson, Hunter Mahan y Ben Crane, todos norteamericanos y ganadores en el PGA Tour. Más allá de los dotes actorales del cuarteto, el video persiguió como objetivo fines solidarios a través de una empresa de seguros, que donó mil dólares por cada 100.000 veces que los cibernautas clickearan "Golf Boys".Desde hace un tiempo, el PGA Tour se planteó el desafío de ampliar el espectro y captar a un público juvenil. Rickie Fowler ?twittero de ley? encaja a la perfección con este formato. Su victoria en el Quail Hollow Club redondeó el producto que buscaban, alguien capaz de triunfar entre los mejores y que, a la vez, fuese un modelo para adolescentes cercanos al golf.La otra faceta de...

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