El rey le encarga al PSOE una misión casi imposible: formar gobierno

MADRID.- El socialista Pedro Sánchez aceptó anoche una misión política en apariencia imposible: convertirse en el próximo presidente de España después de haber perdido las elecciones con el peor resultado histórico de su partido, casi sin apoyos internos y obligado a sellar un pacto con fuerzas incompatibles entre sí.

Al final de un día frenético, el rey Felipe VI lo llamó por teléfono para anunciarle su decisión de encargarle la formación del gobierno. Lo hizo después de recibir al actual presidente, Mariano Rajoy, que descartó -tal como había hecho diez días atrás- someterse a la sesión parlamentaria de investidura.

Jamás había pasado que el monarca propusiera a un candidato que no hubiera salido primero en las elecciones. Pero la postura de Rajoy convenció al jefe del Estado de pegar un volantazo para salir del bloqueo institucional.

Sánchez -madrileño, economista de 43 años- pidió "al menos un mes" para negociar los acuerdos que le permitan ganarse la confianza de la mayoría del Congreso. Si fracasa en el pleno de investidura -la fecha aún no se fijó-, se abrirá un período de 60 días para que otro postulante lo intente. Vencido ese plazo, no quedará otro remedio que repetir las elecciones.

"Las fuerzas del cambio estamos llamadas a entendernos. Mañana mismo (por hoy) empezaré a dialogar con todos para formar un gobierno progresista y reformista. Asumo mi deber y mi responsabilidad", declaró el candidato tras conocerse el decreto real que puso en sus manos la llave del poder.

Las gestiones nacen trabadas por los vetos cruzados entre los partidos con los que Sánchez necesita entenderse para sumar el voto de 176 diputados que se requiere como mínimo para ser investido presidente.

El PSOE de Sánchez tiene 90 bancas (fruto del 22% de los votos cosechados el 20 de diciembre). Para llegar al número mágico tiene tres opciones. Cada una más difícil que la otra.

La primera implica ganarse el apoyo simultáneo de los dos movimientos emergentes que clausuraron la era del bipartidismo en España, Podemos (69 diputados) y Ciudadanos (40).

Pablo Iglesias, fundador de Podemos, salió anoche a bombardear esa tesis: "Sánchez vende lo que no tiene. No doy crédito a que diga que va a incluir a Ciudadanos y a nosotros en el mismo pacto. Eso es absolutamente imposible".

Aunque más abierto a dialogar, Albert Rivera, de Ciudadanos, ratificó que no integrará un gobierno en el que esté Podemos.

Una segunda vía sería pactar sólo con Rivera y gestionar la abstención...

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