Revivió con cambios y actitud

En el Nuevo Gasómetro se presagiaba lo peor al término del primer tiempo. San Lorenzo jugaba mal, sin ideas, sin conducción. Perdía 2-0, con un flojo Newell's. Impensado. Sí, impensado. Nadie podía imaginar la remontada del Ciclón. Sin fútbol, pero con una actitud, que contagió Julio Buffarini, el corazón del equipo, dio vuelta un partido clave. Quizá, sea el partido de la esperanza, el que lo mantiene vivo. El partido de la hazaña, el del 3-2, sobre la hora.San Lorenzo apretó los primeros diez minutos. Sin profundidad, abusó del centro. Parecía que se iba a llevar por delante a Newell's. Pero todo cambió cuando un tiro libre de Figueroa pasó cerca del travesaño de Migliore. Y ahí nomás, cuando nadie lo esperaba, en su primera jugada colectiva, los visitantes se pusieron en ventaja. Pablo Pérez dejó en el camino a Ortigoza, de flojísimo rendimiento, se movió en diagonal, de derecha al centro, y remató de zurda, cruzado, junto a un palo. Con la ventaja, Newell's manejó bien la pelota, los tiempos del partido y también, inesperadamente, llegó al segundo. Un error de Alvarado dejó a Muñoz mano a mano con Migliore. El volante visitante definió arriba.En la segunda parte, San Lorenzo cambió la actitud y los intérpretes. Caruso mandó a la cancha a Romagnoli (por Bazán) y a Bueno (por Alvarado). Los cambios fueron determinantes. El Pipi tomó la conducción y el uruguayo exigió a los centrales rosarinos, Ortiz y Pellerano, deficitarios en el juego aéreo. Y por esta vía San Lorenzo renació. Los goles tempraneros de Gigliotti, a los cinco minutos, y de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR