Cómo revertir la falta de detección temprana de una enfermedad que avanza silenciosa en los riñones

Los expertos señalan que hay una gestión tardía de los pacientes con enfermedad renal crónica

No duele, no se siente ni se ve: la enfermedad renal crónica puede demorar años en dar alguna señal de alerta y, cuando lo hace, en alrededor de un 50% de los casos del país avanza sin detectarse hasta etapas ya avanzadas. Esto ocurre, de acuerdo con un estudio sobre su impacto en el gasto público en salud hecho por una consultora privada, porque las intervenciones siguen más concentradas en la atención en las etapas más graves del daño renal que la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno.

"Cuando aparece la falla renal [pérdida del 85% o más de la función], el acceso a diálisis o el trasplante está. Pero hay una gestión tardía de los pacientes con enfermedad renal crónica y, por su parte, ellos opinan que esa gestión es, por lo menos, deficiente", resumió Natalia Jorgensen , economista de la salud y coordinadora del estudio de Soul Consulting que se presentó a propósito del Día Mundial del Riñón , que se conmemorará este jueves.

En 2022, se destinó el equivalente a US$ 2150 millones a la atención de 1,7 millones de personas con enfermedad renal crónica diagnosticada y bajo tratamiento. El 62% de ese monto se destinó a la cobertura de servicios para pacientes en las etapas 3, 4 y 5 de la enfermedad; las dos primeras indican una pérdida leve a grave de la función renal, mientras que la última define la insuficiencia renal, con indicación de diálisis o trasplante para compensar la pérdida de función.

Sólo en diálisis, el costo estimado para los 30.300 pacientes que reciben esa terapia superó el año pasado los US$ 522 millones.

Si todo siguiera como hasta ahora, Jorgensen estimó que habría que destinar US$ 1000 millones más que el costo total actual para alcanzar a toda la población que necesita un diagnóstico y tratamiento. Incluyó la inversión en programas para reducir los principales factores de riesgo.

Del análisis surgió, también, que tratar a un paciente en etapa inicial cuesta unos US$ 102 por año, comparado con US$ 919 cuando el disminución de la función de los riñones ya es leve a grave (estadios 3 y 4) o más de US$ 18.246 si el paciente necesita diálisis o un trasplante para poder compensar la falla renal.

Revertir la tendencia

Especialistas que participaron de la presentación de estos datos coincidieron en que con dos pruebas de laboratorio anual por menos de $400 a partir de los 18 años o, más selectivamente, en la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR