Revelan más estafas a la Anses

La historia del "juzgado paralelo" que perjudicó en decenas de millones de pesos a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), y que reveló LA NACION en julio pasado, crece cada semana. Ahora se sospecha de más de 400 liquidaciones en las que participaron dos secretarios del fuero previsional para beneficiar a la esposa de uno y, entre muchos otros, hasta al abuelo y al testigo de casamiento del segundo, según surge de documentos, testimonios judiciales y fuentes del caso.Las sospechas se centran en los secretarios Fernando Mora y Emmanuel Catardo, que fueron suspendidos en sus cargos por orden de la Corte Suprema, mientras son investigados por la justicia en lo criminal federal, con el apoyo de los abogados de la Anses.Mora acumuló testimonios en su contra, vertidos por empleados de su secretaría en el Juzgado Federal N° 3 del fuero de la seguridad social. Relataron sus gritos e insultos, cómo se regodeaba en haber hecho llorar a las mujeres bajo su mando, y cómo benefició a su esposa abogada, Mónica Bibbo, en sus juicios. El trato VIP incluyó, entre otros lujos, un casillero especial para sus expedientes y una "onda verde" procesal: así como entraban sus escritos, salían despachados -incluso por él mismo- sin contratiempos y con honorarios superlativos: 18% en vez del 8% habitual.Mora, según surge de las diversas investigaciones en curso, comenzó a cometer irregularidades durante la gestión del juez Martín Maiztegui -quien luego se jubiló-, y continuaron con Alberto Ize, que renunció a la subrogancia por lo conflictivo que le resultó el juzgado. Eso incluyó denuncias cruzadas con Bibbo desde que protagonizaron un incidente que comenzó con una pregunta de un furioso jubilado de 86 años: "¿Cuánto hay que poner para cobrar?".Catardo también mostró una notable sintonía con el juez Maiztegui y con algunos abogados, según surge del informe del Cuerpo de Auditores Judiciales que ordenó la Corte.Según verificaron los peritos que revisaron la computadora de Catardo, las liquidaciones se aprobaban a toda velocidad por una simple razón: él mismo las preparaba, las imprimía, les tapaba con corrector líquido el logo del juzgado, las fotocopiaba y se las daba a firmar a los abogados para...

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