Una revelación inesperada: las necesidades de Macri y las de la sociedad coinciden

Si las medidas económicas que lanzó el Gobierno ayer pueden calificarse de heterodoxas para el ideario macrista, la forma en que se decidió que el Presidente las comunicara respondió a la más pura ortodoxia comunicacional de Pro.No hay contradicciones. Todo se explica por la necesidad de mostrar cercanía con la sociedad que, en este caso, padece la crisis, de exhibir que el Gobierno asume la situación y de transmitir que busca solucionar esos problemas. Aunque los métodos sean polémicos e inciertos los resultados.El adelanto de las medidas desde la casa de una familia de clase media del barrio porteño de Colegiales, emitido por las redes sociales, apuntó a transmitir una empatía que se le reclama a todo gobernante en tiempos difíciles y que, para muchos críticos, es un déficit de este gobierno.Mostrar una relación directa, sin mediaciones, entre Macri y "la gente" fue el propósito, que, sin embargo, encontró algunas limitaciones.El diálogo con Adriana, la vecina que recibió a Macri, dejó expuesto que el encuentro no era espontáneo, a pesar de la deliberada precariedad de la filmación. También, que no era un intercambio con ciudadanos tan comunes. Los anfitriones del Presidente son vecinos inocultablemente oficialistas, simpatizantes declarados de Macri. Una apuesta segura desde el laboratorio, pero no carente de riesgos en la práctica, por obvia.Inevitable resulta, entonces, trazar algunos paralelismos incómodos con el pasado más reciente. Sobre todo, si se tiene en cuenta que estamos en un .Hasta hace apenas tres años y medio, Cristina Kirchner usaba (y abusaba de) los "patios militantes" con la pretensión de consolidar la imagen y el relato de que el suyo era un "gobierno del pueblo" y que el pueblo entraba en la Casa de Gobierno para dialogar con ella (aunque solo fuera para escucharla).Ayer, Macri recurrió a una "casa militante" para transmitir que el suyo es un gobierno cercano a la "gente común" y que él puede entrar en la casa de esa gente.El método demuestra, además, que ambos prefieren eludir la mediación periodística y controlar la comunicación, sin exponerse en situaciones críticas a preguntas incómodas de la prensa.Sí hay una diferencia, no menor, entre aquellos patios y este comedor: Macri permitió que se escuchara una voz crítica de la situación económica. Impensable que eso ocurriera en presencia de la expresidenta.No obstante, también usuarios de las redes computaron que los anfitriones de Macri era personas muy comprensiva...

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