Una reunión extraordinaria para mejorar el clima

Un clima de paz, tranquilidad y cordialidad. Así describieron dos jueces de la Cámara de Casación Penal la reunión extraordinaria que mantuvieron ayer los magistrados del máximo tribunal penal del país con los nuevos tres conjueces designados por el Consejo de la Magistratura.

La invitación la realizó la presidenta de la Cámara, Ana María Figueroa, y desde media mañana fueron llegando a la sala de acuerdos, al primer piso del edificio de los tribunales de Comodoro Py 2002, los recién designados Claudio Marcelo Vázquez, Roberto Boico y Norberto Frontini.

Hubo saludos de rigor y camaradería. Nada sobreactuado. Abundó el casual friday, como código de vestimenta, pues muchos de los jueces estaban sin corbata, una costumbre que adoptaron en los tribunales para el último día hábil de la semana. Estaban casi todos los jueces de Casación: Ana María Figueroa, Liliana Catucci, Alejandro Slokar, Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani, entre otros.

"El clima fue cordial. Éste no es un órgano judicial. Acá no se da el enfrentamiento, no es acá la caja de resonancia de las decisiones, sino que es el Consejo de la Magistratura, el órgano político donde se tomaron las decisiones", graficó uno de los magistrados tratando de bajar el tono.

Se trata de una descripción a medias porque el enfrentamiento entre algunos de los jueces salió de los despachos y se transformó en denuncias. Gemignani, por ejemplo, pidió explicaciones a su colega Figueroa por haber hecho declaraciones con respecto a la causa AMIA o casos de derechos humanos, lo que para el juez la inhibe de actuar en el futuro en esos expedientes.

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