El resultado previsible no apaga el entusiasmo

LA PLATA.– ¿Cuánto tiempo más durará esa atracción que generan los All Blacks en el público argentino? Sin duda es el equipo que más interés despierta del Rugby Championship. Nunca jugarán en un estadio que no esté completo aunque, como ayer, el clima amenace con la lluvia o cualquier otra incomodidad. Puede ser que un partido de los Pumas, con cualquier otro rival, se juegue con tribunas despobladas. Pero no con Nueva Zelanda. Ellos sí que son especiales. Es un estadio fantástico el de esta ciudad y es el rival perfecto. Las 45.000 personas le dan un marco ideal y saben muy bien lo que van a ver. Saben el final de la película y no les importa.El haka es esperado con ansiedad como si el ritual nos perteneciera, pese a que la mayoría ni siquiera sabe qué gritan estos hombres en esa especie de "poesía salvaje/desafío guerrero maorí". Además, ya lo hemos visto mil veces por televisión, pero la sola preparatoria de la formación para dar comienzo al canto hace que casi todos se queden callados. Y esos pocos que siguen hablando sufrirán la reprimenda instantánea y multitudinaria. Como si estuvieran en el cine o el teatro, miles reclaman silencio: "¡Shhhhh!". Incluso hay micrófonos para que el grito de guerra se escuche por los parlantes. Lo que se dice un espectáculo bien cuidado. Varios hinchas argentinos llegaron al estadio desde muy temprano en la tarde de ayer con camisetas u objetos distintivos de los neozelandeses.Son despiadados con nosotros. Disfrutan serlo. Si pudieran meternos 100 puntos, lo harían con gusto. Son los verdugos implacables. Con ellos no hay escapatoria… y los seguimos respetando, los seguimos admirando. Por supuesto que todos sueñan con ese triunfo casi imposible. El buen empuje del scrum argentino en el primer tiempo despertó ovaciones. Lo mismo con algún que otro tackle emocionante de Nico Sánchez. Y cada tanto rugió el clásico: "¡Vamos, Pumas, vamos!" Sin embargo, los flashes de miles de cámaras en las plateas repican más cuando atacan los hombres de negro. Brillaron durante el himno, el haka… bah, con casi todos los movimientos de los All Blacks. Es así, hay que reconocerlo, y tal vez nunca cambie.Pero hay algo más importante: ¿cuánto tiempo más durará esta pasión por los Pumas que de antemano asumen las derrotas como lo más lógico? Porque se sabe que perder es casi la única alternativa de este torneo de diferencias notables. Es así, hay que reconocerlo, y tal vez nunca cambie. ¿O sí?Esa es hoy una buena razón para movilizar todo...

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