El resultado del peritaje balístico puso en duda la versión del médico Cataldo

Finalmente, Lino Villar Cataldo postergó su declaración para hoy. El cirujano está acusado de asesinar a Ricardo Alberto "Nunu" Krabler, de 24 años, y es juzgado por un jurado popular. Este retraso le permitirá preparar su exposición de hechos para, eventualmente, explicar o discutir las afirmaciones que ayer dio la criminalista que realizó el peritaje balístico del hecho: aseveró que los tiros con los que mató a Krabler fueron de arriba hacia abajo, refutando la versión que desde el principio sostuvo el médico. Este había asegurado que disparó desde el piso, y al bulto, después de que el ladrón lo hubiese despojado de su auto y cuando lo amenazaba de muerte con un arma.De hecho, los policías que estuvieron el día del hecho en la escena del crimen tampoco hicieron una declaración favorable al acusado: afirmaron que el pistolón con el ladrón usó para concretar el robo estaba bajo la pierna de Krabler, ya muerto dentro del auto. Si esto fue así, no pudo haber ocurrido lo que Villar Cataldo dijo, que el asaltante lo apuntaba con el arma desde el vehículo, cuando pretendía escapar, y que esa amenaza lo llevó a tomar la pistola que había dejado en un macetero y abrir fuego en defensa propia.Por la Sala A de los tribunales de San Martín, en el segundo día del juicio, pasaron 10 testigos que intentaron explicar a las seis mujeres y seis hombres del jurado lo que, a su criterio, sucedió aquel 26 de agosto de 2016 a las 20. Entre las declaraciones, la más esperada era la de la perita balística de la policía bonaerense Leticia Pons, que realizó el informe tras el hecho.Pons detalló que uno de los cuatro disparos que hizo el cirujano contra Krabler dejó un orificio en el apoyabrazos de una de las puertas traseras. Gracias a ese rastro, los expertos lograron determinar que "el posible" recorrido de las balas fue de arriba hacia abajo. Además, el informe técnico ubicó al cirujano en la escena. Según ese peritaje, gatilló muy cerca de la puerta del conductor, desmintiendo, también, la primera declaración que había realizado Cataldo.El médico había dicho que se defendió de un feroz ataque de Krabler. Que, tras pegarle con el caño del pistolón, el delincuente lo sacó del Toyota Corolla -auto que el seguro le había entregado en reposición pocos días antes, porque el anterior se lo habían robado- y que después, al dar marcha con el coche, le arrolló las piernas; en esa situación, el médico rodó hasta el cantero de la casa, tomó su pistola Bersa Thunder...

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