Cómo resolver la encrucijada fiscal, el dilema de Macri

Macri está atrapado en un dilema estructural. Preside un gobierno con escasos recursos políticos y debe realizar un enorme ajuste sobre la economía. Cambiemos carece de mayoría en las dos cámaras del Congreso, controla sólo cinco de los 24 distritos y llegó al poder por medio de un ballottage, con lo cual una parte importante de sus votos debe ser fidelizada. En el marco de esta fragilidad, Macri tiene que doblegar la inflación, lo que siempre significa un enfriamiento, y reducir el déficit fiscal.

A esta desproporción entre fines y medios Macri suma otro inconveniente: es rico en una sociedad que penaliza la riqueza. Por lo tanto, está obligado a demostrar que las restricciones que él impone no se deben a que sea insensible ni, mucho menos, sádico. Debe justificar el trago amargo en que la situación heredada es desastrosa. Con un agravante: la economía kirchnerista se deterioró muchísimo, pero, a diferencia de lo que ocurrió con la hiper inflación de Alfonsín o la hiper recesión de De la Rúa, no estalló. Por eso, para que acepten su jarabe, el Presidente tiene que publicar un libro sobre "el estado del Estado". Algo que ni a Menem ni a Duhalde les hizo falta.

Fuera de este contexto es difícil entender la política fiscal de Macri. Sobre todo ahora, que agregó al gradualismo originario el gasto de la reparación jubilatoria. Los funcionarios se justifican en una opción de ética política: si se pagó la deuda con los holdouts y se impulsa un sinceramiento fiscal, sería inaceptable desobedecer las sentencias previsionales, y hacerlo supone actualizar los pagos de la Anses.

Es el principal argumento del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana. Se trata del padre de la iniciativa, como se advierte en un detalle: es quien la defiende en el Congreso.

La decisión enfrenta dos tipos de críticas. Algunos economistas temen que el desequilibrio fiscal derive pronto en una crisis. Otros rechazan esa visión apocalíptica, pero reprochan al Gobierno agravar el principal factor que conspira contra el dinamismo de la economía: la participación del Estado en el PBI. En el gabinete de Macri es más fácil encontrar una respuesta a la primera objeción que a la segunda.

La reparación previsional supone un aumento de $ 75.000 millones en las erogaciones de la Anses. Equivale a 1% del PBI. En la Anses y en el Ministerio de Hacienda y Finanzas resaltan la otra cara de la decisión: en adelante se dispondrá de los $ 750.000 millones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad...

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