La Repregunta. Axel Kaiser: 'Mientras más ricos tenga un país y más ricos sean, mejor para todo ese país; más ricos vamos a ser los que no somos ricos'

Axel Kaiser: "El Estado no debiera cumplir rol distributivo alguno"

"Tenemos que tener cuidado: por perseguir la idea de igualdad podemos terminar destruyendo el proceso que permite la creación de riqueza para todos", advierte. "La justicia social como concepto es rechazada por todos los liberales. Es un mantra inalcanzable", explica. "El Estado no debiera cumplir rol distributivo alguno", sostiene pero aclara: "El Estado puede cumplir un rol de redistribución no por razones de justicia social sino por razones de utilidad social". "El mercado es la fuerza más social de todas porque permite que la mayoría no viva en la pobreza", postula. "El Estado puede ser la amenaza más importante para la libertad y para los derechos fundamentales", dice. "Los liberales somos muy escépticos de las buenas intenciones de los grupos empresariales", sostiene.

El destacado intelectual liberal chileno Axel Kaiser pasó por La Repregunta. Kaiser es el presidente para la Fundación para el Progreso en Chile, un think tank liberal central en el mundo del liberalismo hispanohablante, justo en el país latinoamericano de matriz económica liberal. Es también director de la cátedra Friedrich Von Hayek, el economista clave del mundo liberal de la Escuela Austríaca , en la Universidad Adolfo Ibáñez en Chile.

Después del resultado electoral alcanzado por Javier Milei en las PASO porteñas, se instalan preguntas acerca del liberalismo y la Escuela Austríaca que suele citar. Para el liberalismo económico, ¿cuál es el rol del Estado? Liberal, libertario, anarcocapitalista, ¿es lo mismo? Con el liberalismo, ¿está en riesgo la justicia social? ¿Qué lugar tiene la democracia en el ideario liberal?

Kaiser es abogado por la Universidad Diego Portales en Chile y Doctor en Filosofía y Economía Política por la Universidad de Heidelberg en Alemania. Fue miembro de la Sociedad Mont Pelerin, fundada por Hayek en 1947, que agrupa al liberalismo global. Es autor de numerosos libros, entre ellos, Reflexiones sobre la cuestión constitucional , La neoinquisición , El Papa y el Capitalismo , La fatal ignorancia .

Aquí, la entrevista completa.

-Hay una frase que no corresponde a la Escuela Austríaca pero que podría representar el sentido común de un ciudadano argentino que no se identifica con el liberalismo pero que está abierto al mercado y al mismo tiempo, sigue creyendo en las virtudes del Estado. La frase es ésta: "Tanto mercado como sea posible. Tanto Estado como sea necesario". Es de Willy Brandt, canciller de Alemania Occidental entre 1969 y 1974, socialdemócrata. ¿Qué piensa un liberal de ese balance?

-Esa frase tiene muchas lecturas e interpretaciones. Lo dijo en el contexto de la Guerra Fría. Alemania estuvo dividida en un sistema capitalista pro mercado que convirtió a Alemania Occidental en la tercera economía del mundo y la Alemania Oriental, comunista, que no sólo era una dictadura totalitaria sino un país muy pobre que tenía apenas una fracción del ingreso per cápita del ingreso per capita, del nivel de vida de la Alemania capitalista, que estaba bajo la protección de Estados Unidos. En ese contexto la frase tiene un sentido bien claro que es defender esta filosofía liberal de mercado pero sin renunciar al rol del Estado que para los alemanes ha sido tradicionalmente relevante. De hecho, la tradición liberal alemana -el ordoliberalismo, donde hay distintos representantes entre los cuales podría incluirse hasta cierto punto a Friedrich Hayek- sostiene que el rol esencial del Estado es mantener el orden en el sentido de un conjunto de reglas claras entre las que destaca derechos de propiedad. El gran arquitecto del milagro económico alemán fue un ministro de economía, Ludwid Erhard que sostenía que el mercado, cuanto más libre, más social era. Ahora, Edhgard creía también en que el Estado tenía que cumplir un rol en garantizar estos derechos fundamentales de las personas, el derecho de propiedad; creía en mantener un esquema monetario estable, que no haya inflación; que haya un sistema en el que el Estado no utiliza al Banco Central para financiar sus gastos, lo que habían hecho todos los regímenes anteriores, la Alemania nazi e incluso la República de Wienmar de manera descontrolada. Creía también en un cierto rol redistributivo del Estado. Edhard era muy amigo de Haye y también fue miembro de la Sociedad Mont Pelerin. Su filosofía liberal en ese sentido. Siempre rechazó el Estado benefactor: nunca pensó que el Estado tenía que seguir el camino de la redistribución masiva, de garantizarle derechos sociales a todo el mundo. Veía en eso el origen del desastre que había llevado a los nazis al poder. Los nazis, los nacionalsocialistas, utilizaron esa estrategia de dar derechos sociales gratuitos a todo el mundo para comprar en parte el apoyo del pueblo alemán. Para Edhard eso dejaba muy tristes lecciones.

La sociedad liberal. La Escuela Austríaca, Hayek y el rol del Estado

-Es decir que el concepto de Estado, su alcance, tamaño del Estado y rol, es un punto clave para empezar a entender a la Escuela Austríaca con sus matices. ¿Cómo describiría las ideas de Hayek en relación al Estado? ¿Cuál es su rol?

-Efectivamente hay posturas distintas dentro de la Escuela Austríaca de economía; es importante decirlo. Por ejemplo, Murray Rothbard o Jesús Huerta de Soto y otras figuras son más bien anarco capitalistas. Creen que el Estado no es necesario y tendría que desaparecer porque privadamente se pueden conseguir los mismos resultados que con una entidad o grupo de personas que controla el monopolio de la violencia física, que es lo que hace el Estado. Por otra parte, están personas como Hayek, el único de todos ellos que ganó el Premio Nobel de Economía. Hayek sí cree, como un liberal clásico, que el Estado cumple un rol central en este sentido: la pregunta que tiene que resolver el ser humano para poder convivir es cómo conducirnos pacíficamente, cómo evitar la violencia de unos grupos contra otros. En el mundo moderno, eso lo resuelve el Estado monopolizando la violencia considerada legítima. El Estado es el único que legítimamente ejerce la violencia salvo en las circunstancias en la que el mismo Estado permite a los ciudadanos ejercerla, por ejemplo, en legítima defensa. Con eso resolvemos el problema que caracterizo a la historia humana, eso de las tribus que saqueaban, los grupos que asaltaban a los otros para robarles su producción. Pero al mismo tiempo, dice Hayek, el Estado puede ser la amenaza más importante para la libertad y para los derechos fundamentales. Lo vimos en la Alemania nazi, con la...

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