Cómo se repartían las coimas entre constructores y funcionarios

Los empresarios no cuentan toda la verdad. No todos los pagos ilegales que admitieron ante la Justicia fueron aportes de campaña; no todos los pagos fueron bajo presión; no todo el dinero salió de sus bolsillos personales, sino de sus empresas, y no todo el sobreprecio fue para la política: una parte sustancial fue para ellos mismos, según los testimonios de otros empresarios y ejecutivos que participaron en la cartelización de durante los últimos años, sabuesos de la , auditores, contadores y abogados que accedieron a dialogar con LA NACION bajo reserva expresa de sus nombres.El primer paso lo dio . Ante el fiscal buscó imponer esa versión, al declarar como "arrepentido". Por un lado, detalló que la coima era "entre el 10 y 20 por ciento del total de la obra". Por el otro, admitió que las constructoras se cartelizaron. "Las empresas se reunían en los lugares establecidos y determinaban el ganador de la licitación en función de su interés por la obra y del volumen de trabajo que tenían".Sin embargo, las confesiones de Wagner y otros empresarios son incompletas o parciales, según coincidieron las fuentes consultadas por LA NACION. Porque callaron sobre la doble remarcación de los precios y sobre el "doble conforme" de los gobernadores e intendentes, entre otros detalles de la operatoria de .¿Cómo era la doble remarcación? "El primer paso era conocer de antemano, por contactos, que el Gobierno estaba por llamar a una licitación para la construcción de un puente, por ejemplo, que debería costar 100", graficó un testigo de aquellos encuentros. "Entonces, las constructoras acordaban que iba a costar 120, cuál de ellas iba a ganar y cuáles iban a 'acompañar' la licitación, simulando que competían".Para eso, claro, primero había que conocer qué empresas compraban los pliegos de la licitación. "Eso es fácil, si por $1000 te tiran por izquierda el listado en Vialidad", cortó otro veterano de las lides del club.Ya con ese listado y la primera remarcación -que los "arrepentidos" callaron hasta ahora-, luego llegaba la segunda remarcación de entre 10 y 20 puntos porcentuales fijados por el equipo de . Es decir, que el puente terminaba por adjudicarse a un valor de 130 o 140.Eso explicaría, según algunos de los consultados por LA NACION, por qué Wagner aludió a retornos del 10% al 20%, pero tanto el ministro de Transporte, , como el entonces titular de Vialidad nacional, , estimaron que los sobreprecios en la obra pública durante el kirchnerismo fueron...

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