Los remedios que agravan al enfermo

El kirchnerismo se caracteriza por lanzar muchas veces eslóganes y luego clausurar las discusiones, estableciendo como inapelable que como se ha conformado al sentido común, todo está bien hecho. Y por primera vez en la historia. Dos ejemplos recientes confirman este equivocado modo de actuar, que diagnostica mal las situaciones y diseña mal los instrumentos, y luego se opone por completo a cualquier medición razonable de los resultados.

http://www.lanacion.com.ar/1670380-un-gran-mordisco-al-salario-el-peso-del-impuesto-a-las-ganancias

aplicado a automóviles, motocicletas y embarcaciones deportivas. El dólar atrasado por la populista política económica era barato para todo. Por eso se debió racionar su venta con el cepo. Pero los recién ascendidos y diagnosticaron que sólo era una causa de pérdida de divisas el "subsidio" a la compra de automóviles que por entonces rondaban los US$ 50.000 de precio al público. Un mercado diminuto, al que sin embargo Capitanich adjudicó la capacidad de consumir 5000 millones de las reservas del Banco Central si se llegaban a importar 100.000 unidades de esos valores. "Una cuenta fácil", dijo, para exponer su ignorancia. El ingreso de autos que terminarían gravados por el tributo no llegó siquiera a la quinta parte en el año récord.

La asociación de productores de vehículos (Adefa) buscó reunirse con Capitanich y Kicillof, o que la ministra formalmente a cargo del área, Débora Giorgi, modificara el proyecto de ley, que colocaba los valores de referencia en el texto. Allí quedarían esos precios, como quedaron, congelados a merced de la inflación y la devaluación. Sólo consiguieron que el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, los atendiera. Le pidieron que los valores de referencia quedaran en el decreto reglamentario, ya que, de otro modo, en breve hasta los autos medianos de producción nacional quedarían alcanzados por el brutal impuestazo que duplica los precios.

Se hicieron cambios mínimos. ha comenzado a recoger el carretel y no sabe cómo salir de la situación en la que se metió sola. Los desafiantes párrafos contra las automotrices en su discurso de inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso escondieron la intención de desandar parte del camino que recorrió a la carrera hace poco más de dos meses.

La Presidenta se quejó de que algunos modelos no alcanzados por el impuestazo también aumentaron y de que lo hicieron por encima de la devaluación. Parece no haber escuchado dos...

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