Rema contra el presente y se prepara para el futuro

SAN MARTÍN, Mendoza.- La primera impresión, la visual, es positiva. El Gustavo Torito Rodríguez, un escenario inaugurado hace dos años, es de los coquetos. Agradable, prolijo. Como lo es la presentación visual del certamen, cuidada, no invasiva. Pero también están los problemas: el estadio es una caldera, y no por la efervescencia del público, sino por la temperatura real. De hecho, hasta ahora, la concurrencia es muy escasa. Así se muestra, al cabo de sus primeras dos jornadas, el Súper 8, el torneo de mediados de temporada de la Liga Nacional que congrega a los mejores ocho conjuntos del campeonato hasta el momento.Este año, el Súper 8 es una apuesta más fuerte. En una época de divergencias políticas internas en la Asociación de Clubes (AdC), la entidad organizadora, la directiva apostó por una potenciación de la competencia asociándose hace alrededor de un mes con Proenter, una empresa de marketing deportivo cuyo eslogan es "transformando pasiones en grandes negocios". Habrá que ver si logra cumplir su lema en este acuerdo de seis años.La AdC y la firma reparten funciones en este contexto. La institución se encarga de lo deportivo, y Proenter, de la imagen, la comercialización y la logística. En años anteriores el Súper 8 pasó por algunos de los mejores estadios del país, como el Polideportivo marplatense, pero también por reductos pequeños y anquilosados, propiedad de clubes que los llenan si su equipo llega a las etapas decisivas. Esta vez, la compañía gestionó con el gobierno provincial de Mendoza y éste le sugirió hacerlo en San Martín, a 45 kilómetros de la capital, en este escenario inaugurado en 2011 tras una inversión de 20 millones de pesos, que oficialmente puede albergar a 4000 espectadores y que ha recibido algunos acontecimientos deportivos nacionales, como unas fechas de la Liga Mundial de voleibol. El seleccionado de ese deporte es manejado comercialmente por Proenter, que posee cuatro accionistas: Javier Schmidt, Marcelo Tinelli, la financiera Hope Funds y Diego Ávila, hijo del empresario Carlos. "Marcelo tiene más interés e incidencia que lo que parece", confió Juan Diego García, el joven gerente de marketing de la empresa, que ya trabaja, desde hace dos años, con la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB). Un objetivo de Proenter es incursionar en la Liga Nacional, y para eso apunta a mejorar marcadamente el Súper 8.Un torneo cuya organización cuesta 800.000 pesos, algo imposible de afrontar para la AdC si no recurre a una...