Relaciones peligrosas

En poco tiempo más, Cristina volverá a ser presidenta de la Nación. O vicepresidenta en ejercicio del Poder Ejecutivo. Está bien. Es lo que dicta la ley. Pero ¿quién se animará a decirle esos días "presidenta a cargo" o "presidenta suplente", con la cantidad de años que la mujer estuvo esperando que se le ocurriera un candidato a vice que tuviera chances ciertas de ganar las elecciones de modo de volver ella a ser la dueña de la batuta mayor aunque sea por unas horas?Hay que ser desapasionado y reconocerle que, si temporariamente vuelve a manejar el carrito del golfista campeón, es por obra y gracia de su entrenamiento en el ostracismo político y de su entretenimiento en la sobreexposición judicial, de su capricho más profundo, de sus votos cautivos y de haber sabido convencer a tantos electores de que votando por Alberto votaban por ella. Así que bien merecido lo tiene.Ahora, ¿cómo será Cristina como vice? ¿Cancerbera o ventajista?; ¿conservadora de las formas o revolucionaria?; ¿preceptora o líder de la estudiantina?; ¿Caín o Abel?¿Será como Duhalde o como Chacho Álvarez? ¿Como Scioli, Cobos o Boudou?Duhalde fue, sin dudas, uno de los vicepresidentes que más se "destacaron" en ausencia del presidente de la Nación. El batacazo lo dio el día en que, sentado en la poltrona Nº 1 del gobierno, hizo declaraciones públicas que casi le voltean a Carlos Menem la privatización de Entel. No conforme con eso, avanzó en el indulto a procesados por la instigación del homicidio de un intendente y vetó la ley que dejaba fuera de la obligación de hacer el servicio militar a hijos de desaparecidos durante el Proceso. También por decreto, nombró funcionario de la Aduana de Ezeiza a Ibrahim Al Ibrahim, exesposo de Amira Yoma, entonces cuñada de Carlos Menem. Para peor, era un decreto de excepción por cuanto don Ibrahim había nacido en Siria y casi no hablaba castellano al momento de la designación. Fue el mismo personaje que tuvo que salir corriendo del país cuando se desató el escándalo del lavado de dinero proveniente del narcotráfico, conocido como Yomagate. Pero, claro, esa última eventualidad no podía saberla Duhalde de antemano. Sí supo por adelantado y divulgó una "primicia" de la que se hizo vocero antes de que el propio Menem la diera siquiera como posibilidad: el indulto a militares carapintadas.A De la Rúa le fue pésimo con su vice, Carlos "Chacho" Álvarez. El que se presentaba como fiel compañero del proyecto aliancista le pateó el avispero del...

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