El regreso de los vuelos a Malvinas: una propuesta de pasillo, sin negociaciones ni garantías de logros

Alberto Fernández junto a Boris Johnson en la foto de familia del G-7

Sin ningún acuerdo previo, ni trabajo conjunto alguno entre ambas cancillerías, el presidente Alberto Fernández le planteó en Múnich al primer ministro británico, Boris Johnson, que llegó el momento de reanudar los vuelos entre las Islas Malvinas y el continente con aviones de Aerolíneas Argentinas . Una propuesta maquillada con un toque de espectacularidad, en momentos en que ambos gobiernos atraviesan fuertes turbulencias.

A 40 años de la guerra de Malvinas, no es la primera vez que la improvisación aparece en el escenario de la delicada relación entre la Argentina y Gran Bretaña.

En septiembre de 2016, el entonces presidente Mauricio Macri sorprendió a la premier británica Theresa May en una pausa de la asamblea general de las Naciones Unidas, en Nueva York, y le dijo que estaba listo para comenzar "un diálogo abierto que incluyera el tema de la soberanía sobre las islas Malvinas". Una propuesta fugaz que no tuvo continuidad.

"La improvisación en política exterior es un clásico en gobiernos de estas características. Creen que las cosas se arreglan en un pasillo o en una charla de café", evaluó una experimentada fuente diplomática, en diálogo con LA NACION.

Hay cierto consenso en que la causa Malvinas, particularmente, ha sido utilizada sucesivamente por la dirigencia política para esconder problemas argentinos y despertar el patriotismo.

El cementerio de Darwin, donde descansan los soldados argentinos caídos en la guerra de Malvinas

Un antecedente similar se dio en ocasión del conflicto con Uruguay por la habilitación de las pasteras, que derivó en el prolongado corte del puente internacional en la frontera, cuando Néstor Kirchner dijo que se encontró con Tabaré Vázquez en un baño y acordó superar las trabas. "Es del palo", comentó el presidente argentino, en relación con la "sintonía" que percibió en el encuentro ocasional que mantuvo con el entonces líder del Frente Amplio, con el que más tarde tuvo una muy mala relación.

En ese divorcio entre el ejercicio de las negociaciones diplomáticas y las urgencias políticas se da la propuesta de Alberto Fernández para que Aerolíneas sea la línea comercial que conecte las expectativas de los isleños con los intereses de los argentinos. El escenario del castillo de Elmau, en los Alpes bávaros, le entregó un entorno majestuoso a la reunión bilateral, pero ello no realza ni mejora el contenido de eventuales acuerdos.

Los vuelos...

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