El regreso a los tiempos de la ambigüedad

La noticia volvió a ser un aviso publicitario. También muy comentado, como lo fue la semana pasada el que Mercado Libre había lanzado durante los cortes del debate presidencial, pero, esta vez, bastante más ambiguo. Lo publicó Flybondi, la pesadilla del sindicalista aeronáutico argentino. "El cielo es de todos", dice, con la palabra "todos" en mayúsculas y la "o" final reemplazada por un avión que apunta en diagonal hacia arriba. Polisemia en plena campaña: ¿fue un guiño al Frente de Todos? ¿Un mensaje a Macri? ¿Un reclamo anticipado para Alberto Fernández, que no solo rechaza cualquier política de cielos abiertos, sino que dijo que Guillermo Dietrich, secretario de Transporte, debería avergonzarse porque Flybondi "amenaza con desguazar Aerolíneas Argentinas y el sistema de vuelos estatales"?Hay que admitir que la pieza, confeccionada por la agencia Palo, es al menos oportuna. "Cada tanto nos gusta colarnos en la agenda de opinión pública -dijeron en la empresa ante la consulta-. Esto no tiene que ver con la cercanía de las elecciones, sino con los temas que se hablan en ese contexto. Nos pareció que estaba instalado el tema de la conectividad, por eso nos gustó salir con este mensaje ahora". En el Gobierno son bastante menos líricos para la interpretación: a más de un funcionario le molestó. "Quieren quedar bien: hemos jugado mucho a favor de ellos", admitió un ministro a este diario.La gestión aerocomercial de Macri representa, junto con la recomposición en la oferta de luz, gas y petróleo, uno de los pocos ámbitos en los que la Casa Rosada puede mostrar resultados tangibles. Al cabo de este año, la cantidad de pasajeros transportados habrá aumentado desde 2015 de 22 millones a 32 millones, cifra nunca alcanzada en la historia de la aviación argentina, y equiparará aquí por primera vez en 20 años el volumen de tráfico internacional con el de cabotaje. Pero es también el terreno donde más rápidamente se percibirá el contraste entre las intenciones iniciales del Presidente (el sueño de un país liberal donde primaran las condiciones del mercado) y lo que obtuvo hasta ahora al cabo de dos corridas cambiarias y una recesión asfixiante: una Argentina donde los conflictos no se dirimen según la voluntad de los usuarios, sino entre corporaciones.Es lo que parece anticipar esta publicidad lanzada en un contexto de extrema sensibilidad política. No son tiempos para susceptibles. La relación de Macri con el mundo empresarial no había sido del todo...

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