El regreso de un musical arrabalero

"¡Qué linda obra hiciste, Manuel!", le dijo Julio Tahier, el creador de Gotan, el musical que en 1979 en un sótano de un teatro del Abasto inauguraba un estilo propio en el género en el país, que se denominó ópera rantifusa.

A fines de los setenta, Manuel González Gil era un joven pianista que comenzaba a enamorarse del género musical. Vio la obra y quedó fascinado. Con el beneplácito de Tahier, estrenó su propia versión en 1988, con tanto éxito que el empresario teatral Lino Patalano lo convocó para hacerlo nuevamente en 1995 a lo grande: con Susana Rinaldi y Raúl Lavié como protagonistas. Subió a escena en el Teatro Avenida y fue un suceso que, durante dos años, agotó entradas en Buenos Aires y Mar del Plata. Tahier, en sus 80 y largos, fue invitado de honor al estreno, pero no reconoció su propia obra: "Qué linda obra hiciste", le dijo y González Gil sonrió. Él sí recordaba el impacto que le causó su primera vez en el sótano del teatro de La Fábula, donde con cuatro actores y música de tango, Tahier descubría el germen de un nuevo estilo del musical: "Tenía esa cosa graciosa de lo berreta, de no pretender cantarlo bien, se equivocaban, era un juego muy hermoso de equivocaciones. Gotan nació para actores que no cantaban. La vi y pensé en hacer un gran musical con eso", dice González Gil.

Ahora, la escena porteña podrá redescubrir un clásico. Hay un nuevo Gotan, que se estrenó el jueves pasado en Maipo Kabaret y tiene como protagonistas a dos caras conocidas del musical: Laura Conforte y Alejandro Paker.

Enormes sonrisas envuelven la atmósfera del elenco bajo la batuta de un paciente director al que todos elogian. "Me encanta cómo trabaja, estoy fascinada con Manu. Se vuelve más fácil el material. Es la primera vez que llego tranquila a un estreno? Por lo general llego desquiciada", dice Conforte, secundada por su pareja fetiche, Paker -fueron marido y mujer en Casi normales-, que define a González Gil como "un padrazo". Y agrega: "Es contenedor y es como un gran terapeuta". La posibilidad de trabajar un registro musical distinto, con el tango como leitmotiv, los tiene encantados. Paker en persona se postuló para hacer de Julián, el protagonista: "¿Te animás al tango?", preguntó González Gil a Paker. "No es un mundo al que pertenezco, pero a nivel afectivo y familiar me emociona. Es una mirada relativamente irónica del tango. Se ríe de su ortodoxia y eso me resulta muy atractivo", cuenta Paker.

Conforte salía de hacer una función de...

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