Regresaron los padres y guardaron silencio

Un total mutismo rodeaba ayer el edificio donde viven los padres de , en el barrio de Caballito. La pareja, que llegó temprano al país procedente de Uruguay, permaneció alejada del contacto con los medios de prensa.

Pocas personas ingresaron y salieron del inmueble situado en Nicasio Oroño al 1200. Un hombre delgado era el que se ocupaba de abrir la puerta a algunos de los allegados de la familia Chomnalez que arribaban al lugar en silencio. Anoche, según se supo en medios diplomáticos de Montevideo, el estaba listo para ser llevado a Buenos Aires.

Los vecinos de la cuadra se lamentaban por lo sucedido con la joven de 15 años. Algunos no la conocían en profundidad y otros apenas la saludaban al cruzarse en la vereda, pero todos comentaban su trágica muerte.

"Lo único que esperamos es que haya justicia por la tremenda brutalidad del hecho y que este caso no quede impune como ocurrió con Candela [Sol Rodríguez, secuestrada y asesinada en agosto de 2011] o Melina [Romero, víctima de homicidio seis meses atrás]", dijeron, casi al unísono, varios vecinos de la tranquila calle Nicasio Oroño al 1200.

Minutos antes de las 14, los padres de Lola Luna, Adriana Belmonte y Diego Chomnalez, con paso ligero y conmovidos, se retiraron del edificio sin hacer declaraciones a la prensa.

Despedida emotiva

Justamente el matrimonio despidió ayer a su hija a través de los avisos fúnebres de LA...