La reforma laboral de Macri que nunca pudo despegar

Reducir el cálculo de las indemnizaciones o reemplazarlas por un fondo de cese laboral; igualar los derechos y las obligaciones del empleador con los del empleado; promover la figura del trabajador "autónomo" con un régimen especial; reinstaurar las pasantías como vínculo de empleo, y fomentar la tercerización en áreas como seguridad, higiene, informática y transporte, excluyendo al gremio principal de la actividad.También, restringir la facturación de los sindicatos exclusivamente a la cuota de afiliación. Estos fueron algunos de los ejes del primer intento del Gobierno para reformar la legislación laboral vigente y avanzar en su plan de reducción de costos y plantear nuevas reglas de juego.Hoy, a tres años de aquel , la Casa Rosada se conforma con dos iniciativas más light: el blanqueo laboral y la creación de una agencia de tecnología médica. Ambos proyectos cuentan con relativo aval sindical, ya que los gremios y sus respectivas cajas serían los grandes beneficiarios. Pero ni siquiera así existen garantías de su progreso. La oposición legislativa no estaría dispuesta a darle un triunfo al macrismo en medio de la campaña electoral.En el Gobierno fantasean con una suerte de "efecto dominó": si avanza el blanqueo, luego se podría intentar con los puntos más resistidos. Difícil, pero tal vez posible en un eventual segundo mandato. Como atajo, Dante Sica logró que Macri institucionalice una mesa de diálogo con gremios y empresarios, en la que el ministro intentará acelerar reformas sectoriales, como lo hizo con la UOM, donde se convino reducir las jornadas de ocho horas a seis o a cuatro en industrias en crisis. En el mismo sentido se explica la creación del Consejo Asesor, integrado por laboralistas expertos que preparan su primer documento referido al impacto de las nuevas tecnologías en el mundo del trabajo. Una suerte de mensaje para aquellos gremialistas que se rehúsan al avance del tiempo.En la Casa Rosada hay voces que ensayan una inusual autocrítica cuando revisan el derrotero del proyecto laboral. Afirman que si la iniciativa se hubiera impulsado antes que la reforma previsional, que derivó en violentos incidentes en los alrededores del Congreso, habría sorteado fácilmente el filtro peronista en ambas cámaras. Una lectura improbable.El blanqueo laboral está empantanado en el Senado, pero todavía no caído. Según los gremios, el proyecto sufrió modificaciones de último momento que no figuraban en el...

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