La reforma impositiva: primer capítulo de la nueva etapa

El mensaje del presidente Mauricio Macri del 30 de octubre pasado puede considerarse el lanzamiento de un nuevo ciclo en su gestión de gobierno: el de las reformas pendientes. Sin dejar de reconocer que en estos dos primeros años el Gobierno logró una notable mejora en la calidad institucional y recompuso las relaciones políticas y financieras con el mundo, el propio Presidente debió aceptar que hay rumbos peligrosos e insuficiencias en la economía que exigen correcciones de cierta profundidad. La generalización de los brotes verdes para configurar un cuadro general de reactivación no exime de advertir la dificultad de corregir el desmesurado déficit fiscal que está obligando a tomar deuda a un ritmo difícilmente sostenible. El crecimiento de la economía no será suficiente para reducir el peso relativo de este desequilibrio en un plazo razonable. Mientras tanto, repercute negativamente en el balance de pagos e impide al Banco Central actuar con éxito contra la inflación.

La inversión, que es el único camino para lograr un crecimiento sostenido, no ha respondido en los dos primeros años como se esperaba. Para impulsarla hacen falta las reformas que remuevan los factores adversos y desalentadores. Entre ellos, el alto costo y riesgo laboral y la enorme presión impositiva. El elevado gasto público aparece en el centro del problema y por ello el Presidente pidió reducirlo a sus ministros y a los gobernadores. Con sinceridad, expuso ejemplos como el de la Biblioteca del Congreso, que implican un reconocimiento de la inacción de su propio gobierno. Bienvenida sea la sinceridad si ella impulsa la acción correctiva.

La primera reforma anunciada ha sido la impositiva. Debiera haberse ligado ésta a un programa de reforma del Estado y reducción del gasto público, pero no fue así. Por lo tanto, el conjunto de medidas no deriva en una reducción de la presión tributaria como la que debía esperarse de su altísimo nivel actual. El propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, mostró estadísticas que colocan a la Argentina en el lugar 135 sobre 138 países en relación con los incentivos para invertir y en el último lugar según la incidencia de los impuestos en las utilidades de las empresas.

Las tres características relevantes de esta reforma son las siguientes:

Reduce la carga tributaria de las empresas y la compensa aumentando la de personas físicas y del consumo.

Promueve la inversión y alienta la competitividad.

Implementa de inmediato los aumentos...

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