Reducir los accidentes viales

Los accidentes viales en nuestro país ocasionan miles de muertes por año, como también heridos de distinta gravedad, incluso personas mutiladas e incapacitadas de por vida. La ONG Luchemos por la Vida, que cumple con una loable función en la materia, computó la muerte de 7659 personas sólo en 2010 por accidentes de tránsito. Esa cifra es una de las tasas más altas del mundo, considerando la relación entre cantidad de muertes y cantidad de vehículos.Nos urge como sociedad luchar contra este flagelo para reducir los índices altamente preocupantes de muertes y lesiones. Se requiere para ello un accionar conjunto y coordinado para abordar la problemática, simultáneamente desde distintas aristas.En primer lugar, es fundamental educar en la responsabilidad. La educación en el conocimiento y en el respeto de las reglas de conducción en el tránsito debe ser una materia obligatoria en la educación secundaria. La seguridad mejoraría sensiblemente, si además se impusiera la cultura de cumplir con esas normas básicas conocidas por todos, pero con un alto porcentaje de incumplimiento, como utilizar el cinturón de seguridad, no superar las velocidades máximas permitidas y no excederse en los límites de alcoholemia.Las sanciones a esas infracciones deben ser ejemplares para crear inmediata conciencia ciudadana sobre su cumplimiento. Las multas pecuniarias son, por sí solas, insuficientes y muchas veces sólo persiguen fines recaudatorios. La retención del registro de conducir, temporariamente y en caso de reincidencias graves en forma definitiva, ha demostrado en otros países ser una herramienta valiosa para compeler el cumplimiento de las normas de tránsito. La introducción del sistema de puntos punitorios acumulables aplicado ahora en la ciudad de Buenos Aires y otras jurisdicciones, constituye un paso positivo. La unificación nacional del registro de contravenciones es el paso subsecuente y necesario.Es imprescindible, también, trabajar en la infraestructura vial, que en estos últimos años ha sufrido las consecuencias de un retroceso en la atención de su mejoramiento a través de un mal manejo oficial de las concesiones por peaje. Hoy no sólo se observa un deterioro del estado de la red, sino también reiteradas deficiencias en la señalización y el diseño vial. La política del Gobierno de congelar tarifas y, en contrapartida, absorber funciones de mantenimiento y reconstrucción que antes realizaban los concesionarios de corredores viales ha llevado a un mal estado a la...

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