Una red para alojar a extranjeros

Desde chica decía que iba a trabajar con extranjeros, aunque no sabía cómo. Trabajó para una ONG y una empresa dedicadas al intercambio de personas de todo el mundo, pero, finalmente, terminó creando su propia compañía, que busca habitaciones en departamentos o casas para alojar a extranjeros. Spare Rooms Buenos Aires nació de su propia experiencia, dado que surgió mientras ella alquilaba una habitación de su casa a turistas.Valeria Pasmanter, de 32 años, se describe como una fiel promotora del intercambio, convencida de que vivir en otro país desarrolla el potencial humano. "Creo que si la persona puede absorber toda la cultura de ese país, después, cuando vuelve al suelo natal puede tener un entendimiento cultural distinto y más nutrido", dijo Pasmanter.Este concepto lo aprendió al trabajar en Aiesec -una ONG internacional de estudiantes que hace intercambios para que los jóvenes puedan hacer pasantías en el exterior- y al vivir en carne propia un intercambio en México.La emprendedora estudió Relaciones Industriales en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y trabajó para Aiesec, donde coordinaba un equipo para que los estudiantes hicieran pasantías en otros países, hasta que un día ella decidió probar esta experiencia que tanto vendía.Terminada la pasantía, de regreso a Buenos Aires, se mudó a un departamento que tenía una habitación libre. "Ya conocía ese mundo de los extranjeros, así que, con el tiempo, empecé a alquilar la habitación", agregó. Un día una extranjera fue a conocer su casa para evaluarla como opción para hospedarse. No era la primera habitación que iba a ver, y el agotamiento de la búsqueda fue identificado rápidamente por Pasmanter, que detectó en ese rostro cansado una oportunidad de negocios."Me cayó la ficha y vi una oportunidad. Muchos extranjeros estaban viniendo a Buenos Aires y querían vivir con argentinos, así que comencé a pensar cómo podía funcionar. Al tiempo, el dueño de la empresa en la que estaba trabajando, también con intercambios, me dijo que no podía seguir pagándome, entonces decidí armar la empresa y buscar habitaciones para extranjeros", contó la emprendedora.A principios de 2008, con una inversión de 3000 pesos, Pasmanter se lanzó a trabajar sola. "Hacía todo. Iba a conocer los inmuebles, los mostraba, buscaba a los turistas y me encargaba del contrato. Tenía un blog en el que publicaba las habitaciones, pero cuando me empezó a ir mejor, hice la página web con una plata ahorrada", indicó.Red de contactos...

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