Las recetas de la abuela

Desde 1370, cuando se registró el primer caso, y durante 300 años, el tarantulismo o p laga de la danza fue la epidemia europea más extraña. El mal era provocado por la mordedura de las tarántulas, arañas negras, grandes y peludas que habitaban cerca de la ciudad de Tarento, en el sur de Italia. Las víctimas empezaban a sentir dolores intensos, entraban en una especie de locura, lloraban, gritaban, saltaban y se sacudían. "Increíblemente, el antídoto más popular contra ese mal era la llamada d anza de la tarántula: se tocaba música y el paciente empezaba a bailar hasta que, con la transpiración, el veneno era expulsado del cuerpo. El baile podía durar hasta tres o cuatro días. De ahí surgió la famosa tarantela italiana", explica la doctora en química Valeria Edelsztein, autora del libro Los remedios de la abuela, mitos y verdades de la medicina casera , editado por Siglo XXI, que en un mes también se publicará como opcional de La Nacion, parte de la colección Ciencia que ladra .Prueba y error. Edelsztein investigó y escribió su obra para contar cómo llegaban los remedios de la naturaleza a la farmacia. En el camino, cuando comenzó a revisar la historia, descubrió que los egipcios aplicaban cosas que nosotros usamos hoy. Que lo mismo pasaba con griegos y romanos, y que en el fondo no era otra cosa que la aplicación del antiguo sistema de prueba y error. "Si un remedio llegó hasta hoy es porque tiene algo que hace efecto. Y, aunque no sabemos por qué está funcionando, le podemos encontrar la explicación. Como tirar el cuerito, que es dar un masaje muy fuerte en la espalda. Así se moviliza el sistema digestivo y se descongestiona, se ayuda a despegar fragmentos de comida que son la causa del malestar. Porque eso que popularmente se conoce como empacho no es otra cosa que una fuerte indigestión. Es algo muy lógico."Secretos naturales. Otro remedio de la abuela, recuerda la autora, es usar clavo de olor para aliviar el dolor de muelas. "Ocurre que el clavo de olor tiene un compuesto que se llama eugenol, y que es el que provoca ese olor intenso que percibimos en el consultorio del dentista. El eugenol no cura las caries, pero alivia el dolor. ¿Y qué decir de la remolacha? Investigaciones médicas demostraron que ingerir diariamente jugo de remolacha disminuía significativamente la presión arterial. El secreto es que la remolacha contiene nitratos -algo que usa la medicina alopática- que al ser ingeridos se convierten en nitritos y luego en ácido...

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