Los Ratones Paranoicos brillaron en las sierras cordobesas

SANTA MARÍA DE PUNILLA.- En una fecha mucho más ecléctica que la primera, las 40.000 personas que acudieron a la cita debieron sobreponerse al frío inusual para esta época del año y hacer pie en el barro. Así, moverse de un escenario a otro se volvió un deporte de riesgo.

Por la tarde, el indie se apoderó del escenario principal con Él Mató a un Policía Motorizado y Los Espíritus. Donde el día anterior se imponía el rock barrial, ahora había una muestra de cómo el under de ayer nomás ganó un espacio destacado en la grilla de Cosquín Rock. Si en ediciones anteriores se lo veía poco adepto a los grandes cambios, este año se vislumbró una interesante actualización.

"Buenas tardes a todos", saludaba Santiago Barrionuevo a las miles de personas que se acercaron al aeródromo de Santa María de Punilla. Con una puesta de luces que emulaba explosiones y posibles apocalipsis, Él Mató... puso al servicio de todos un set que incluyó temas de su último álbum, La síntesis O'Konor, y los ya infaltables de su discografía. Con su sensibilidad y su singular sonido, los platenses lograron sortear algunos problemas técnicos y llenaron de amor y desamor el aire. La banda mostró su evolución, donde la distorsión ya no es tan protagonista y sí lo es la progresión. "Mujeres bellas y fuertes" cantaba Santiago mientras la llovizna volvía para terminar con "Chica rutera" y deslizar con su guitarra los acordes de "Ji Ji Ji".

Tras Él Mató y también luego del set de Los Espíritus, René Pérez Joglar apostó por su proyecto solista. Residente mostró en escena su viaje por el mundo en busca de los orígenes de su árbol genealógico. Musicalmente eso da como resultado sonidos que vienen de Rusia, Armenia, Georgia, Osetia, China, Burkina Faso, Ghana, Níger y Serbia. Acompañado por una banda sólida, René se mostró muy activo: saltó, bailó y movilizó al público durante la hora que estuvo sobre el escenario.

Con su ya típico look descontracturado, con pantalón de jogging y zapatillas, el boricua cantó "Somos anormales" y "Desencuentro", de su primer disco en solitario. También hizo un repaso por los clásicos de Calle 13: "Baile de los pobres", "Calma pueblo", "Atrévete", "Latinoamérica" y, en el final, "Vamos a portarnos mal".

Cuando La Vela Puerca apareció en el escenario principal, también lo hicieron cientos de banderas y de personas. Sin dudas fue el show más convocante del segundo día, así como Ciro y los Persas lo había sido la noche anterior.

Con su particular fusión de...

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