El rastro de Vidal que Cristina no puede borrar

María Eugenia Vidal, durante una recorrida por Palermo

María Eugenia Vidal es un caso extraño. La razón de su traslado a la ciudad desde la provincia Buenos Aires para ser candidata sigue siendo un misterio para la opinión pública, donde provocó una reacción negativa entre los electores más fieles a Pro. A tal punto que a eso se debería la aparición anticipada de Mauricio Macri en la campaña. Es lo que pareció admitir Horacio Rodríguez Larreta. Dijo que la presencia del expresidente "suma".

Aunque los que aseguran conocer al jefe de gobierno porteño no descartan que sea una muestra de supuesta malicia. En 2017, monopolizó el éxito del 49,55% que Elisa Carrió obtuvo en las PASO. Juntos podrían llegar a 51 puntos en las de este año. Pero Vidal retendría solo 35. El resto iría a las listas de Ricardo López Murphy (12%) y Adolfo Rubinstein (4%). Esa diferencia con Carrió le impediría a la exgobernadora constituirse en la sucesora natural de Rodríguez Larreta en la Capital.

Y también aspirar a una candidatura presidencial. Pasaría a depender de lo que les convenga a los líderes de Pro. Si confirmara la recuperación en su imagen, Macri podría ser uno: le permitiría arrogarse el rédito de representar lo opuesto a Cristina Fernández de Kirchner a lo largo del tiempo. Rodríguez Larreta es otro. El problema es que desea lo mismo que Vidal. Para eso designó a Diego Santilli candidato en la provincia, donde la intención de voto de Juntos no es inferior al 35% desde junio, similar al 34,19% conseguido por Esteban Bullrich en las primarias de 2017. Es decir que la amenaza de un resultado inferior fue disipada antes de que la exgobernadora confirmara su mudanza. A la crisis de los argumentos que podrían avalar esa decisión se suma la aparición de otros en contra. Santilli podría vencer a Facundo Manes por una ventaja holgada. Incidiría la vieja dificultad de la UCR para fiscalizar las PASO en la tercera sección. Es extraño.

Maxi Abad pactó con Martín Lousteau que Pablo Domenechini sea el primer candidato a diputado en esa región, para garantizarla, lo que irritó a Luis Otero. El dirigente de Avellaneda abandonó la actividad partidaria en disidencia con "las más altas autoridades". Abad preside el radicalismo bonaerense. En esa situación, los intendentes de Brandsen y Avellaneda, Daniel Capeletti y Gonzalo Peluso, respectivamente, habrían solicitado boletas de Santilli. Seguramente habladurías. Igual que otras imputadas a los intendentes del PJ, referidas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR