Rajoy y Puigdemont, cerca de un cruce 'cara a cara'

MADRID.- La crisis independentista catalana sigue totalmente en la nebulosa. Sólo se sabe que hay una pequeña posibilidad de que el presidente regional, Carles Puigdemont, tenga un "cara a cara" en el Senado nacional con el presidente . Un cruce de esos que hacen paladear con sólo pensarlo.

Pero, pese a que se la pasa hablando de "diálogo", anoche no estaba claro que Puigdemont recogiera finalmente el guante.

Lo que sí se sabe es que pasado mañana hay sesión plenaria clave en el Parlamento catalán. Pero no se sabe para qué. Esto es, no se sabe si habrá independencia. O si habrá elecciones. O si habrá otra cosa. O ninguna.

Pese a que la posibilidad de "declarar la independencia" en forma unilateral se mantiene abierta, la brutal presión de independentistas "moderados" alimentó ayer salidas menos traumáticas y, sobre todo, que eviten la "intervención" del gobierno regional y de sus principales resortes.

A sólo 72 horas de que el viernes se active la intervención de la autoridad catalana, con el desalojo en pleno del gobierno que preside Puigdemont, el desenlace de esta novela por entregas en que se ha convertido el llamado "proceso independentista catalán" hace que el final esté abierto.

La novedad es que la tensión ahora no sólo resquebraja el frente independentista, sino que también, por primera vez, erosiona la alianza que en esto mantienen el gobernante Partido Popular y la oposición del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

La diferencia es crucial. El PSOE ya anunció que retirará su respaldo a una intervención en Cataluña si el gobierno regional anuncia la disolución del Parlamento y llama a elecciones. Esta opción es una alternativa que, pese a que hasta ahora había sido negada, ahora se sabe que está entre las salidas que baraja Puigdemont.

Alternativa insuficiente

Para el gobierno, en cambio, un llamado a elecciones, a esta altura, "no es suficiente".

Lo que reclama el gobierno central a Barcelona es que abjure de todo lo que ha hecho a favor de la independencia. Sobre todo, que suspenda la llamada "ley de desconexión" de España.

Esa grieta abre esperanzas a Puigdemont. Con Mikel Iceta a la cabeza, los socialistas catalanes se ilusionan con un frente moderado en el que haya lugar para los Comunes, de la alcaldesa Ada Colau, y también para el socialismo en el nivel...

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