Quilmes sostiene su ilusión con el argumento de la entrega total

"Los jugadores terminaron todos acalambrados. Hablan de las virtudes de Colón. Pero somos parecidos. Tenemos una racha de lesionados y suspendidos, y debí apelar a varios chicos. Nos están saliendo medianamente las cosas. El objetivo es dejar a Quilmes en la primera", dijo, con el hilo de voz que le quedaba, Ricardo Caruso Lombardi, el técnico de Quilmes, que festejó un triunfo vital por 2-0 frente a Arsenal, en el difícil Viaducto. El éxito le permitió salir de la zona del descenso en la que estaba inmerso, tras un pésimo comienzo con cuatro derrotas en cadena.

Y bien pueden graficar las palabras de Caruso esos siete minutos de descuento de un final emocionante en los que Quilmes defendió con el alma y el corazón la ventaja proporcionada por el gol de Martínez en la primera etapa. Los innumerables envíos aéreos que propuso Arsenal para buscar la igualdad fueron infructuosos, hasta que llegó el lujo de Leandro Díaz en la última jugada para desairar a dos rivales en una contra y cederle el balón al juvenil Hipperdinger, que definió con la sabiduría de un veterano ante la salida de Campestrini.

Si hay una característica que asemejan a Arsenal y Quilmes en este torneo Final es la irregularidad, pues ambos cosechan, luego del choque de ayer, dos victorias y cuatro derrotas, con metas diferentes. Los dirigidos por Gustavo Alfaro pelean en dos frentes, el torneo local y la Copa Libertadores, mientras que el Cervecero tiene que sumar para asegurarse la permanencia en el círculo mayor.

Desde un primer momento se vislumbró un partido entrecortado, con dos equipos que priorizaban el equilibrio y concentraban sus mayores energías en el aspecto defensivo...