¡Quietitos, chicos! Dejen mirar el Mundial tranquilos

¿Cómo hacer para que los pequeños y adorables sabandijas que tenemos en casa nos dejen ver tranquilos los 64 partidos del Mundial? A razón de casi dos horas por partido, entre propagandas, alargues y entretiempos, serán 128 horas frente al televisor, es decir más de cinco días enteros, sin contar los programas de análisis, pronósticos y comentarios. Tal vez nuestros hijos pretendan llamar nuestra atención durante parte de ese tiempo, tal vez procuren desconcentrarnos, lo que, tratándose de fútbol de alta competición, puede tener resultados catastróficos. ¿Qué hacer con ellos, entonces? ¿Será antipedagógico ponerlos a dormir? En nombre del Cielo, ¿pueden los chicos dormir tanto?

Este grave problema que afecta una vez cada cuatro años sobre todo a la especie masculina no es sólo local, si bien es inocultable que los argentinitos vienen cada día más contestadores y más alborotados. Ya veremos más adelante por qué no, pero no son disciplinados y obedientes como los alemanes. En su media lengua, pueden decirnos en cualquier momento: "Pa, basta de mirar fútbol". ¡Maldición, nos hemos olvidado de ponerles límites!

* * *

Dejar de tener hijos, el remedio con el que están experimentando los alemanes, nos parece en verdad efectivo, pero un tanto extremo. Sin embargo, ellos lo practican con entusiasmo, cosa que se revela en el irrefrenable descenso de la tasa de natalidad. Observen estas cifras: hubo 9,35 nacimientos cada mil alemanes en 2000, 9,16 en 2001, 8,99 en 2002, 8,60 en 2003, 8,45 en 2004 y 8,33 en 2005. La línea declinante es constante y podría llegar prácticamente a cero para el Mundial de 2070.

Nosotros no podemos permitirnos esos lujos: por un lado, nuestras praderas son inmensas y debemos poblarlas. Por el otro, adoramos a los niños. ¿Por qué no probar con la psicología, induciendo a nuestros muchachitos desde su más tierna edad a disfrutar de las mismas cosas que sus papis?

Hay que ser dulces y, a la vez, astutos. Tenemos al alcance de la mano a Goleo VI y a Pille, la pelota parlanchina, las dos hermosas mascotas del Mundial, diseñadas por el estudio de Jim Henson, el creador de Plaza Sésamo. Goleo es un león (créase o no, tiene pelo de llama argentina, vendida por el cordobés José Bedano) de lo más simpático, y ya están las películas de Goleo, los rompecabezas de Goleo, los videojuegos de Goleo, los cuadernitos de Goleo y los marcadores de Goleo. Cuando la criatura dejada ocasionalmente a nuestro cargo comience a ponerse pesada, en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR