Quejas por un arenero que fue cerrado tras una invasión de ratas

Hace por lo menos cinco meses que el arenero de la plaza General Pueyrredón, más conocida como plaza Flores, en la avenida Rivadavia al 6900, está restringido al acceso de los niños. Bajo la arena de los juegos infantiles fueron hallados roedores, por lo que el gobierno porteño decidió remover el material y cambiar el piso. Pero los vecinos no sólo se quejan de que la obra está demorada, sino que advierten que algunos chicos todavía ingresan en el predio, hoy semienrejado, con el peligro que eso conllevaría.

"Desde hace tiempo que está así el lugar. Es una lástima", dijo a LA NACION Candela Soria, mamá de una niña de tres años. Con algo de nostalgia, la joven mujer recordó que a su hija María le gustaba hamacarse en el columpio de madera.

Tanto los juegos artesanales como los que están del otro lado de la calesita de la plaza, que son de plástico, están actualmente rodeados con cintas amarillas de "peligro", luego de que se encontraran ratas y sus heces escondidas en el arenero. Generalmente, se las veía de noche, según denunciaron.

No obstante, la reja original que separa el arenero del resto del parque tiene uno de sus lados más bajo. Es por allí, según Carlos, un asiduo visitante del lugar, por donde se escabullen algunos chicos. "También hay padres irresponsables que rompen las cintas e igual dejan jugar allí a sus hijos", reconoció el hombre, sentado en uno de los bancos de la plaza.

Los cuidadores del espacio verde indicaron que hay un proyecto para mejorar el arenero, aunque aún no tenían novedades sobre su ejecución.

Opiniones encontradas

A mediados de agosto de 2014, la plaza tuvo que ser cerrada totalmente...

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